El jefe de la Policía israelí llama a todos los civiles a usar sus armas ante la ola de ataques
Israel se encuentra en estado de máxima alerta después de tres ataques con arma de fuego en menos de 24 horas, que han dejado siete muertos y cinco herido.
El comisario general de la Policía de Israel ha llamado este sábado a todos los residentes que posean armas de fuego con licencia a que las porten, tras los tres ataques armados perpetrados en Jerusalén este ocupado y en Cisjordania ocupada, que dejaron siete muertos y cinco heridos graves.
"A lo largo de los años, más de una vez, civiles expertos en el uso de armas autorizadas neutralizaron a terroristas y evitaron ataques más graves cuando se encontraban cerca del lugar de un ataque", ha dicho el comisionado Yaakov Shabtai, según un comunicado de la Policía. "Esos ciudadanos incluso evitaron daños a civiles y fuerzas de seguridad más de una vez", ha añadido.
Israel se encuentra en estado de máxima alerta después de tres ataques con arma de fuego en menos de 24 horas —dos de ellos en Jerusalén este—, que hasta el momento han dejado siete israelíes muertos y cinco heridos, en medio de una escalada de violencia en la zona.
Esta mañana, un sujeto armado abrió fuego y provocó dos heridos en el asentamiento judío Ciudad de David, en el barrio palestino de Silwan, en Jerusalén este ocupado. El tiroteo terminó cuando dos miembros del grupo de israelíes atacado respondieron al fuego con su propia arma y neutralizaron al agresor.
"Debe recordarse que el porte de un arma debe tener una licencia válida y el uso del arma solo lo hará el portador que sea hábil y competente para ello", ha aclarado Shabtai.
Anoche, un palestino mató a siete israelíes al salir del rezo de shabat en una sinagoga del asentamiento colono de Neve Yaakov, también en Jerusalén este ocupado, y otros tres resultaron heridos. Y este sábado, un palestino armado abrió fuego en un restaurante ubicado en un asentamiento judío de Cisjordania ocupada pero no se reportaron heridos.
Ante el pico de violencia, el Ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha llamado a una reunión junto a altos rangos de Seguridad. Según la prensa local, los funcionarios iban a debatir la posibilidad de agilizar la expedición de licencias de armas de fuego para civiles y proporcionar más fondos para la compra de armas.
Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional, el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir, apoyó la iniciativa de que más israelíes porten armas. "Armas para más civiles es una respuesta rápida y letal contra el terrorismo. Es nuestro deber establecer la Guardia Nacional y equiparla como una importante fuerza preventiva y ofensiva", ha escrito en Twitter.
Netanyahu promete una respuesta "fuerte, rápida y precisa"
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado una respuesta "fuerte, rápida y precisa" a los últimos atentados. "Nuestra respuesta será fuerte, rápida y precisa. Quien intente hacernos daño, nosotros le haremos daño a él y a quienquiera que le ayude", ha advertido, según recoge The Times of Israel. "No queremos una escalada, pero estamos preparados para cualquier escenario", ha añadido.
"A los ciudadanos de Israel les decimos: no os toméis la justicia por vuestra mano. No estamos en la época del Majteret. Tenemos un país soberano con un Ejército, Gobierno y Fuerzas de Seguridad excelentes", ha apuntado en referencia a Judíos Clandestinos, una organización terrorista judía que atentó a finales de la década de 1970 y principios de 1980 contra los palestinos.
Los ataques de las últimas horas se han producido en un nuevo pico de violencia entre israelíes y palestinos, que se agudizó el jueves, cuando nueve palestinos murieron en enfrentamientos armados con tropas israelíes en el campo de refugiados de Yenín, foco del movimiento miliciano palestino en Cisjordania.
En lo que va de 2023, ya son 32 palestinos muertos en el marco del conflicto, un promedio de más de una por día. Del lado israelí, son siete las víctimas mortales, todas civiles.
Primeros castigos
De momento, ya hay un endurecimiento de medidas punitivas contra palestinos implicados en ataques y su entorno, mientras se despliegan también tropas sobre terreno para reforzar la seguridad. Entre otras cuestiones, Israel prevé impulsar un proyecto de ley para revocar la residencia de atacantes palestinos de Jerusalén Este ocupado. Serían expulsados a zonas de Cisjordania ocupada bajo autogobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El Ejecutivo también anunció ayer tarde que aplicará medidas para que se pueda despedir a trabajadores "que han apoyado el terrorismo" sin necesidad de que el despido se valide en una vista judicial.
Tras su primera reunión anoche, el Gabinete de Seguridad anunció que Israel retiraría el derecho a la seguridad social "a los familiares de terroristas que apoyan el terrorismo", y avanzó un plan para "legislar la revocación de sus documentos de identidad".
El coalición de Netanyahu, que incluye a partidos de ultraderecha que exigen más mano dura y mayor contundencia ante el conflicto con los palestinos, pretende impulsar estas medidas para "fortalecer la disuasión perjudicando el entorno inmediato" de los atacantes. El Gobierno ha actuado ya para demoler lo antes posible la residencia familiar del atacante palestino del viernes, que murió poco después por disparos de la Policía. A su vez, anunció que cerrará y procederá a precintar el domicilio de la familia del menor que cometió el ataque de ayer.
Esto marca un cambio en la política de Israel en este ámbito: sus fuerzas suelen demoler o precintar como represalia las casas de palestinos que mataron a israelíes, acciones tachadas de castigo colectivo por grupos de derechos humanos. Sin embargo, hasta ahora no precintaba las viviendas de autores de ataques sin muertos.
Estos pasos fueron condenados por el grupo islamista Hamás, que los consideró como parte "de una miserable política de castigo".
Por otro lado, Netanyahu ordenó el despliegue de dos compañías de infantería del Ejército israelí para apoyar a la Policía y reforzar la seguridad en Jerusalén y ciudades cercanas a Cisjordania.