¿Paz en Yemen? Las esperanzadoras conversaciones que pueden poner fin a ocho años de guerra
Hutíes y mediadores saudíes y omaníes abordan unas conversaciones en Saná, la capital, que acercan como nunca el fin de un conflicto terrible y olvidado.
Hay esperanza, al fin, para Yemen: delegaciones de mediadores saudíes y omaníes están manteniendo conversaciones con altos cargos de los rebeldes hutíes chiíes en Saná, la capital del país, en el marco de un nuevo esfuerzo para alcanzar un acuerdo que ponga fin a ocho años de guerra. Unos contactos que acercan como nunca el fin de un conflicto terrible y olvidado.
Naciones Unidas ha dado esta pasada noche la bienvenida a los avances en las conversaciones, considerando que esta vez hay posibilidades de que se consiga la paz en el país, el más pobre de Oriente Medio, sumido en el horror desde 2015, en la que es posiblemente la peor crisis humanitaria del planeta.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha explicado en una rueda de prensa que estamos ante "un paso bienvenido hacia la reducción de las tensiones en Yemen y en la región". "Tenemos muchas esperanzas de que pueda contribuir a nuestros esfuerzos de paz, dirigidos por (el enviado especial de la ONU para Yemen) Hans Grundberg para la renovación de la tregua en Yemen y el reinicio del proceso político intra-yemení", ha agregado.
Dujarric ha explicado que el enviado especial ha estado viajando en las últimas semanas por la región con el fin de "explorar opciones para extender y ampliar la tregua y para reanudar el proceso político y evitar cualquier escalada". "Tenemos muchas esperanzas de que todas las partes participen en esto", ha reiterado.
Asimismo, ha señalado que, a pesar de que el organismo internacional no participa en todos los debates porque "no es necesario", lo "importante es que todas las partes trabajan en pro de la resolución pertinente del Consejo de Seguridad y las conversaciones facilitadas por la ONU".
Los contactos
Fuentes gubernamentales yemeníes indicaron que las delegaciones presentes en Saná presentarán un proyecto de acuerdo de paz ya respaldado por el Gobierno reconocido internacionalmente, ahora representado por el Consejo Presidencial de Liderazgo.
Las propuestas incluyen una prórroga durante seis meses del alto al fuego mediado por Naciones Unidas, conversaciones directas entre los huthis y el Gobierno yemení bajo auspicios de la ONU y un periodo de transición de dos años. También se incluye la retirada del bloqueo de puertos y aeropuertos en zonas controladas por los rebeldes, el pago de funcionarios y la reapertura de las carreteras.
Este proceso, que incluye la unificación de las instituciones y el intercambio total de prisioneros de guerra, se desarrollaría en tres fases y estarían implicados Arabia Saudí e Irán -aliados del Gobierno y los insurgentes, respectivamente- y Omán como mediador.
La guerra en Yemen ha terminado por hundir al que era uno de los países más pobres del mundo en la peor catástrofe humanitaria en la actualidad, según Naciones Unidas. Más de 21 millones de yemeníes -dos terceras partes de la población- necesitarán ayuda humanitaria este año y de ellos 17 millones deberán recibirla con carácter urgente para sobrevivir.
El conflicto ha dejado casi 380.000 fallecidos -más de 85.000 de ellos niños-, bien por los combates o por el hambre y las enfermedades, a los que hay que sumar cuatro millones de desplazados, según los datos que barajan las agencias de la ONU, que calculan que este año 23,5 millones de ciudadanos necesitarán su ayuda para sobrevivir.