Oligarcas rusos bloquean el preciado activo de un país europeo

Oligarcas rusos bloquean el preciado activo de un país europeo

La venta del mayor estadio de hockey de este país se encuentra bloqueada después de que sus propietarios no lleguen a ningún acuerdo. 

Vista aérea de Hartwall Arenagoogle maps

El estado de hockey más grande de Finlandia, propiedad relacionada con los oligarcas rusos aliados de Putin, Gennady Timchenko y la familia Rotenberg, ha vivido otro intento fallido de venta tras, según 'The Insider', la retirada de la parte rusa del contrato. El lugar se encuentra en desuso actualmente y las personas han comenzado a saquearlo. 

Todo comenzó en el año 2022, momentos después de obtener la medalla de playa en los Juegos Olímpicos de Pekín, cuando el equipo ruso de hockey sobre hielo inició sus preparativos para el Campeonato Mundial, que se celebraría en este estadio. 

Se trataba de toda una oportunidad para recuperar protagonismo en la selección nacional. Sin embargo, tras la invasión de Ucrania por parte del país liderado por Putin, la selección rusa fue suspendida de participar en el Campeonato y el torneo se trasladó a otra parte, ya que no podía celebrarse en un lugar propiedad de empresarios rusos.

Desde aquel momento, el recinto permaneció cerrado. Además, tras las sanciones europeas hacia Timchenko y los Rotenberg, los arrendatarios y contratistas terminaron sus contratos con la empresa gestora. 

El alcalde de Helsinki, Juhana Vartianen, afirmó en marzo de 2022 que "no es posible hacer negocios con los rusos incluidos en la lista de sanciones. En esta etapa, lo único que podemos hacer es asegurarnos de que la sala pague sus impuestos y cumpla sus obligaciones".

En busca de una solución

El alcalde, temeroso de que obligar a los propietarios a vender generase riesgo de perder los pagos actuales del estadio, planteó como idea el cambio de propietario, algo que las autoridades finlandesas no han parado de buscar mediante diferentes vías. 

Aunque el terreno es propiedad de Finlandia, los propietarios del recinto son aliados de Putin. En conjunto tienen el 44% de las acciones, sin embargo, el total de acciones con derecho a voto es del 93,9%, lo que permite su control casi absoluto. 

Ahora, Finlandia se encuentra buscando una vía legal para quitarle el estadio a sus propios ciudadanos, ya que ambos tienen pasaporte finlandés. Otra alternativa sería preparar el terreno para la venta y resolver el problema a través de un acuerdo comercial. Sin embargo, ninguna de las dos ha funcionado. 

Un acuerdo fallido

En noviembre de 2023 los finlandeses intentaron llegar a un acuerdo para que los sancionados vendiesen sus activos congelados. En caso de acuerdo, los activos podrían descongelarse durante seis meses y ser transferidos a otros propietarios, mientras que el producto de la transacción quedaría congelado. A pesar del sí de los propietarios, se pidió una negociación. Un año después, las conversaciones siguieron manteniéndose, sin ninguna conclusión o acuerdo sobre el tema.

"Las acciones de la Helsinki Hall, que pertenecen a las personas mencionadas en el listado, están congeladas en este momento. La congelación de las acciones no impide que la sala se utilice para sus fines, sino que es la imagen relacionada con las sanciones y la guerra ilegal de agresión de Rusia en Ucrania lo que ha llevado a la situación en la que la sala no se utiliza. Según nuestro conocimiento, últimamente la empresa no ha podido recibir servicios bancarios y ha tenido problemas para pagar sus facturas", destacó el ministerio. 

Finalmente, según relata 'The Insider' ambos propietarios declinaron las condiciones en la última fase de la negociación. "Este es un buen ejemplo de cómo un país occidental basado en reglas puede encontrarse en una situación difícil cuando oligarcas que violan las reglas están utilizando nuestro sistema para su beneficio", afirmó la periodista de investigación Jyri Hanninen de Yle al medio. 

"Es una situación políticamente difícil, porque el derecho de propiedad está protegido por la Constitución y podría resultar difícil aprobar una ley dirigida solo a unos pocos individuos o empresas", añadió Hanninen. 

Ahora, la parte finlandesa trata de buscar una solución considerando enmiendas legislativas para favorecer la expropiación. Según la periodista, el gobierno finlandés habría pagado 200.000 euros para la redacción y aplicación de la nueva norma "para romper el estancamiento". "Si no se produce una venta normal en octubre, expropiaremos la propiedad" afirmó el administrador municipal. 

Finalmente, la periodista cree que a los aliados de Putin no les interesa que se produzca la venta, sino que se consiga la expropiación, ya que así podrán convertir la situación en una larga batalla judicial. "Veo que existe la posibilidad de que los rusos disfruten de esta situación. Causa daño y confusión a Finlandia, y como Rusia considera a Finlandia, un nuevo miembro de la OTAN, una potencia hostil, la confusión le conviene al Kremlin", sentencia.