El ministro de Defensa ruso minimiza la "provocación" de Wagner y afirma que no afecta a la ofensiva
Shoigu, principal diana del levantamiento mercenario, dice que sus tropas "continúan infligiendo daño al enemigo, lo que reduce significativamente su potencial ofensivo". Kiev habla de otros 37 kilómetros cuadrados recuperados.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, afirmó hoy que el potencial ofensivo de Ucrania se está disminuyendo y que el ejército enemigo no logró sus objetivos en ninguno de los frentes en el marco de la contraofensiva, lo que demostraría que la abortada rebelión armada del Grupo Wagner no afectó el desempeño del Ejército ruso.
"La provocación no afectó las acciones de la agrupación de tropas. Los militares continuaron resolviendo valiente y desinteresadamente las tareas que se les asignaron", enfatizó en una conferencia telemática con los altos mandos de su departamento. Shoigú aseguró además que, en general, las fuerzas ucranianas "no lograron sus objetivos en ninguna de las direcciones".
El Ministerio de Defensa ucraniano anunció hoy, sin embargo, que el Ejército recuperó durante la pasada semana otros 37 kilómetros cuadrados de territorio en el este y el sur del país.
"Nuestras Fuerzas Armadas continúan infligiendo daño al enemigo, lo que reduce significativamente su potencial ofensivo", subrayó Shoigú. A su juicio esto demuestra "la habilidad de nuestros combatientes y que claramente (Ucrania) sobrestimó las expectativas del alabado armamento occidental".
El ministro aseguró que Rusia ha destruido 16 tanques Leopoard en los frentes de Donetsk y Zaporiyia, desde el inicio de la contraofensiva ucraniana el 4 de junio, además de 15 aviones, tres helicópteros y 920 vehículos blindados.
Asimismo sostuvo que durante el mes pasado las fuerzas aéreas de Rusia interceptaron 158 cohetes del sistema de lanzamisiles múltiple occidental HIMARS, 25 misiles de largo alcance británicos Storm Shadow y 386 drones.
Shoigú indicó que en total, desde principios de junio, Ucrania ha perdido 2.500 piezas de varios tipos de armas "en todas las direcciones" del frente.
Según él, a pesar de las pérdidas, "el liderazgo ucraniano, ante la insistencia de los curadores occidentales, requiere al mando de las Fuerzas Armadas continuar la ofensiva".
El general del Ejército ruso dijo que Kiev está tratando de compensar su "incapacidad para asegurar el éxito sobre el terreno a través de ataques terroristas contra objetivos civiles y así lograr un efecto propagandístico".
El ministro de Defensa de Rusia indicó además que ha comenzado el trabajo para formar los órganos de gestión de los nuevos distritos militares de Moscú y Leningrado, y que se está entrenando a personal. También adelantó que el Cuerpo de Ejército anunciado recientemente se está igualmente formando.
A su vez, aseguró que la modernización del avión de alerta temprana A-50 (AWACS) aumentará significativamente la efectividad del uso de las tropas rusas durante la operación en Ucrania.
El A-50 entró en servicio en 1989 y su principal arma es el complejo radiotécnico Shmel, que puede detectar objetivos en un radio de hasta 600 kilómetros y controlar simultáneamente hasta 300 objetivos: aéreos, terrestres y de superficie.