Los mercenarios de Wagner permanecerán en Bajmut ante el Día de la Victoria más difícil de Rusia
El triunfo fue contra los nazis, hace casi 80 años. Hoy lo que tiene Moscú es un despliegue que no logra hacerse con suelo vecino, corto de armas y manos.
Los mercenarios del Grupo Wagner permanecerán por ahora en Bajmut, después de que Moscú prometiera las armas y municiones necesarias para seguir luchando en la ciudad ucraniana, una disputa que queda lejos a los rusos en casa, que encaran el Día de la Victoria más difícil de los últimos años.
En los casi 15 meses de guerra, el del martes será el primer Día de la Victoria soviética sobre la Alemania nazi desde la movilización parcial de 300.000 reservistas decretada en septiembre por el presidente Vladímir Putin, por lo que cientos de miles de rusos tienen a hijos, yernos y nietos luchando en el frente.
A estos se suman los miles de soldados con contrato, los 18.000 voluntarios y los 50.000 presos reclutados por el Grupo Wagner.
El medio independiente Mediazona y el servicio ruso de la cadena BBC han confirmado a partir de esquelas y otros datos públicos la muerte de 22.055 militares desde el 24 de febrero de 2022, aunque el número "no refleja la cifra real de pérdidas", advierten.
Rusia no publica datos de los caídos desde septiembre, cuando informó de 5.937 muertos. Ucrania a su vez calcula que 193.430 rusos han fallecido en combate en los 438 días de guerra.
A la baja
En lo que es quizás el día más importante en Rusia, muchas ciudades, incluida la capital, han cancelado este año por motivos de seguridad el Regimiento Inmortal, la marcha en la que los rusos conmemoran con fotos sus familiares caídos en la Gran Guerra Patria y a los que se suman desde el año pasado los fallecidos en Ucrania.
En 2022, primer 9 de mayo de Rusia en guerra, se mantuvo la procesión ciudadana y el propio Putin marchó en Moscú con la fotografía de su padre por la plaza Roja tras presidir como comandante en jefe el tradicional desfile militar, que también ha sido cancelado ya en seis regiones rusas, la anexionada Crimea y 21 ciudades del país.
Entre los caídos en la campaña militar rusa, el aumento de los ataques con drones y los actos de sabotaje en territorio ruso vinculados a la contraofensiva que prepara Ucrania, al ruso medio poco le importa la disputa entre el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, y la cúpula del Ministerio de Defensa, por la falta de munición en el frente de Bajmut.
El presidente ruso se ha apresurado no obstante a sofocar el acto de rebelión de Prigozhin, quien el viernes anunció que retiraría sus unidades de la ciudad ucraniana el próximo miércoles por contar solo con el 10 % de la munición necesaria para combatir.
No en vano es en Bajmut donde Putin tiene al alcance de la mano la primera victoria en el frente desde el verano pasado.
Los mercenarios aseguran que controlan tras más de nueve meses de lucha el 95 % de la ciudad.
Promesas para seguir
El sábado por la noche, cuando el líder checheno, Ramzán Kadírov, ya estaba moviendo tropas hacia ese frente tras ofrecerse a sustituir a los mercenarios en Bajmut, el jefe de Wagner recibió una comunicación en la que Moscú le prometía "las armas y la munición necesarias para continuar las acciones de combate (...)".
Además, se le aseguró que los mercenarios pueden actuar en la ciudad "de la manera que consideren conveniente" y que se "haría todo para que el enemigo no ataque en los flancos", según relató Prigozhin en su Telegram.
A partir de ahora el general Serguéi Surovikin, otrora comandante de las tropas rusas en Ucrania, será la persona encargada de "tomar las decisiones en relación a las acciones de combate de Wagner y su comunicación con Defensa".
Ucrania nunca se creyó que los mercenarios de Wagner se iban a marchar de Bajmut.
Así, el sábado con la disputa aún latente, el comandante del Grupo de Fuerzas del Este de Ucrania, coronel general Oleksandr Syrskyi, visitó el frente oriental, donde abordó "medidas para una mejor defensa de Bajmut y la tarea de causar el máximo daño a los combatientes de Wagner".
Según informaron las Fuerzas Terrestres de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Syrskyi describió la situación como "tensa, pero bajo control" de sus tropas.