Un matrimonio hace el viaje de su vida a Túnez y llevan atrapados tres meses: “Están destrozando mi vida”

Un matrimonio hace el viaje de su vida a Túnez y llevan atrapados tres meses: “Están destrozando mi vida”

“Es una locura administrativa”.

Bandera de TúnezCaspar Benson / fStop VÍA Getty Images

Hager Stemmelin, una mujer nacida en Túnez que llegó a Francia cuando tenía dos meses, pero que no cuenta con la nacionalidad francesa, viajó este verano junto a su marido a Túnez con el objetivo de pasar unas vacaciones de ensueño.

Sin embargo, esa visita a su tierra natal se ha acabado convirtiendo en un infierno, ya que lleva atrapada tres meses en el país. “Hace ocho años que no volvía (a Túnez)”, ha recordado Hager Stemmelin en declaraciones al medio francés Nice-Matin.

“Ser francesa no es sólo una cuestión de papeles. También es una cuestión de corazón. Toda mi vida está aquí. Vivo en Francia desde hace más de 50 años, trabajo en Francia, tengo propiedades en Francia, pago mis impuestos en Francia, estoy casada con un francés, mi hijo es francés, como lo eran mi madre, mis hermanos y hermanas e incluso mi abuelo...”, ha destacado la mujer.

Sin embargo, la realidad es que oficialmente no es francesa al no contar con la nacionalidad. Y ello, unido a un grave despiste, le ha provocado una difícil situación: no poder regresar a Francia.

La clave: un permiso de residencia caducado

El problema tiene su origen en el año 2019, cuando a Hager le robaron el bolso con toda su documentación, incluido su permiso de residencia. La prefectura de los Alpes Marítimos le expidió otro, sin ninguna dificultad. “Estaba convencida de que se trataba de un nuevo permiso válido para los próximos 10 años”, ha contado la mujer, quien ha reconocido que cometió “un error”.

El problema es que se trataba de un simple duplicado con la misma fecha de caducidad, por lo que ese ‘nuevo’ permiso de residencia en Francia tenía validez tan solo hasta el mes de julio de 2024.

La mujer fue consciente de que la fecha de caducidad de su permiso de residencia no se había prorrogado al llegar, en el mes de agosto, a la aduana tunecina. “La policía de fronteras me dijo que mi permiso de residencia había caducado. Me dijeron que para ellos no era un problema, que no me iban a retener en Túnez, pero que para volver a Francia tenía que solicitar un visado de regreso en la embajada francesa. A ellos les pareció una simple formalidad”, ha indicado.

Titania
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Sin embargo, ese trámite a priori sencillo se ha convertido en un gran embrollo administrativo que no acaba de solucionarse. “Es una locura administrativa que me está destrozando la vida”, ha lamentado Hager Stemmelin.