Marruecos asesta el gran golpe a la sequía uniendo autopistas de agua y desaladoras
Lleva tiempo luchando por la sequía y tratando de dar solución a la problemática del agua en el país, uno de los grandes retos a los que se enfrenta este 2024.
Marruecos lleva tiempo luchando por la sequía y tratando de dar solución a la problemática del agua en el país, uno de los grandes retos a los que se enfrenta este 2024. Por ello, el país norteafricano ha optado por una nueva política basada en tres palancas.
Estas son las aguas convencionales, las aguas no convencionales y la gestión de este recurso vital, según ha publicado el medio Atalayar. En cuanto a las primeras, Marruecos apuesta en primer lugar por sus grandes presas, que se apoyan en las medias y pequeñas. En segundo lugar, apuesta también por proyectos de trasvase de agua entre las cuencas más importantes a través de la captación de aguas pluviales y el desbloqueo de presas.
Entre ellos, la transferencia del excedente de agua de la cuenca de Sebou a la cuenca del Bouregreg, una vez finalizada, logrará conectar dos de los ríos más importantes del país para el abastecimiento de las ciudades comprendidas entre Rabat y Casablanca.
Además, las autopistas abastecerán de agua las presas de Sidi Mohamed Ben Abdellah y de El Massira. A ello se suman también otros proyectos como la puesta en marcha de la interconexión de la presa Oued El Makhazine en Kenitra y la presa Dar Khrofa en Larache. Para ello, otro paso fundamental es la eliminación de la contaminación de las presas y actualizar la batimetría para disponer de datos fiables sobre la sedimentación de las presas.
En cuanto a las fuentes de aguas no convencionales, las plantas de desalinización de agua de mar se unen a las técnicas de reutilización de las aguas residuales depuradas y de la recarga artificial de las aguas subterráneas.
En 2021, Marruecos disponía de 12 desaladoras de agua del mar con una capacidad de producción de 145 Mm3/año que pasaron a ser 15 en 2023 con una capacidad de producción de 192 Mm3/año. Para 2030, Marruecos pretende tener 16 desaladoras más, cinco de ellas en expansión, con una capacidad de producción total de 1.460 millones de m3/año.
Además, el país está acelerando la reutilización de aguas residuales depuradas para alcanzar 100 Mm3/año para el riego de zonas verdes y campos de golf a finales de aquí 2027. En paralelo, hay tres proyectos de reutilización de 8 Mm3/año de aguas residuales tratadas para uso industrial. A finales de 2022, el volumen reutilizado de aguas depuradas fue de 32 Mm3/año, según resalta el mismo medio.
Finalmente, para la gestión del agua tienen cuatro objetivos: mejorar el rendimiento de la red de abastecimiento de agua potable, mejorar el rendimiento de canales y ductos de servicio completo, conseguir un programa de eficiencia hidráulica para todos los usos del agua y mejorar los rendimientos de las redes del 77% actual al 78% en 2027 y 80% en 2030.