Los rebeldes hutíes de Yemen declaran la "guerra abierta" contra EEUU y Reino Unido y disparan el riesgo de extender el conflicto regional
Washington y Londres llevaron a cabo un bombardeo contra decenas de posiciones militares de los hutíes, justificado en ser respuesta a las acciones de los insurgentes contra los navíos en el mar Rojo, zona clave en el comercio internacional.
Un nuevo frente o quizás, una guerra nueva. Los rebeldes hutíes de Yemen han respondido al bombardeo contra posiciones insurgentes llevado a cabo por EEUU y Reino Unido en la noche del jueves al viernes. Horas más tarde, la contestación ha sido la declaración de una "guerra abierta" que dispara el temor de que el conflicto en los alrededores de Gaza se multiplique
El movimiento de EEUU y Reino Unido llegó sobre las 2:00 hora local, medianoche peninsular española. Un contingente de ambos países lanzó más de 70 ataques contra diversas posiciones militares de los hutíes en al menos seis provincias del Yemen. Un movimiento que las dos potencias justifican en que se trata de una respuesta a las acciones de los insurgentes contra navíos mercantes en el mar Rojo, zona clave para el comercio mundial
Según el portavoz militar de los rebeldes, Yahya Sarea, estos bombardeos dejaron cinco muertos entre las filas de los hutíes, que no tardaron en lanzar una andanada de misiles contra los buques militares de la coalición naval internacional y en declarar una "guerra abierta" a Washington y Londres.
El papel de los hutíes no ha dejado de crecer en los últimos meses, como apoyo de los palestinos de Gaza. Así, desde Yemen han sido decenas los ataques dirigidos contra embarcaciones vinculadas a Israel o que se dirigían hacia puertos israelíes, en un intento de ejercer presión económica contra el Estado judío para que cese sus operaciones en el enclave palestino.
Sin embargo, las repercusiones de estas acciones sobre el comercio marítimo internacional han obligado a varios países occidentales a responder, ya que más de 50 naciones se han visto afectadas directamente por las irrupciones del tráfico en el mar Rojo, por donde transita alrededor del 15% del comercio marítimo mundial, como cita EFE.
Amenaza de "acciones" de los hutíes
No han sido sólo EEUU y Reino Unido. Otras potencias como Australia, Países Bajos, Canadá o Alemania, además de actores clave como Bahrein, Nueva Zelanda o Corea emitieron un comunicado conjunto en el que justificaron que la acción se produjo en defensa del comercio internacional y de quienes transitan por el mar Rojo.
Sin embargo, los hutíes tacharon estos ataques de "injustificables", incluso de "terroristas", como recoge EFE, y prometieron que estas acciones no quedarán sin reacción. "La respuesta yemení es legítima en el marco de la sagrada defensa de Yemen (...) Los estadounidenses y los británicos no deben creer que escaparán al castigo", afirmó horas después el Consejo Político Supremo de los insurgentes en un comunicado, en el que calificó los ataques occidentales de "una flagrante violación de todas las leyes".
Además de prometer que tanto Washington como Londres "pagarán un precio alto" por estos ataques, amenazaron con demostrar que "el Yemen es un cementerio de invasores", mostrándose impasibles ante una posible intervención militar a gran escala en el país, ya lastrado por una guerra iniciada en 2014.
Biden cree que los hutíes deberían ser considerados un grupo terrorista
Esta declaración de “guerra abierta” por parte de los insurgentes ya ha obtenido respuesta por parte del presidente estadounidense, Joe Biden, quien ha resaltado que los rebeldes hutíes deberían ser considerados un grupo terrorista.
Después de que una periodista preguntara a Biden si estaba dispuesto a llamar grupo terrorista a los hutíes, el mandatario norteamericano ha expresado de manera tajante: "Creo que lo son", según recoge Bloomberg.
Respecto la posibilidad de que se lleven a cabo nuevos bombardeos en Yemen si los ataques contra buques en el mar Rojo prosiguen, Joe Biden ha enfatizado que tanto EEUU como sus aliados "se asegurarán de responder" mientras mantengan ese "comportamiento escandaloso".
Cabe recordar que la Administración Biden retiró a los hutíes de su lista de grupos terroristas en febrero de 2021 tras afirmar que esa designación podía tener "un impacto devastador en el acceso de los yemeníes a productos básicos como alimentos y combustible".
Más ataques contra navíos
Los bombardeos de la pasada madrugada tuvieron como objetivo principalmente posiciones de lanzamiento de misiles guiados y de drones que los hutíes utilizan para sus ataques en el mar Rojo, y tenían la finalidad de destruir las capacidades militares de los insurgentes, según Washington.
No obstante, los insurgentes aseguraron que continuarán impidiendo la navegación de navíos hacia Israel. "El Yemen continúa con su postura religiosa y humana, y permanecerá al lado de Gaza con todo lo que pueda. Esta agresión le da más resiliencia y fuerza", dijo en la red X Mohamed Abdelsalam, uno de los portavoces de los hutíes, movimiento respaldado por Irán.
De hecho, la Marina británica ha informado este mismo viernes de que un misil disparado contra un barco frente a las costas del Yemen impactó en el agua sin producir víctimas ni daños, mientras que también ha registrado otro incidente frente a las costas de Adén.
Gran preocupación en Oriente Medio
Esa operación contra los hutíes estuvo precedida de la gira por Oriente Medio del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, con la que EEUU buscaba crear consenso para intentar que la guerra en Gaza no se extienda.
Sin embargo, la realidad es que los temores de ampliación del conflicto a otros frentes tras los bombardeos se han disparado en Oriente Medio, donde Arabia Saudí fue el primer país en pedir "moderación" y en condenar los ataques estadounidenses y británicos dirigidos contra los insurgentes, cita EFE.
Ese llamamiento fue seguido por el resto de los países árabes, que recordaron que para evitar un nuevo conflicto es necesario primero poner fin a la guerra en Gaza, que está provocando una airada reacción de grupos afines a Irán como los hutíes, el grupo chií libanés Hizbulá o las milicias proiraníes de Irak.
En esa misma línea de priorizar el fin del conflicto armado en Gaza se han manifestado también los insurgentes. Han subrayado que cesarán sus ataques contra navíos en el mar Rojo si primero se detiene la guerra en Gaza, una promesa que varios países occidentales están poniendo en duda a raíz de la influencia que están ganando los hutíes con estas acciones en apoyo a Gaza.
Mientras tanto, decenas de miles de simpatizantes de los insurgentes han hecho sonar los tambores de guerra en una manifestación masiva en Saná en la que han portado pancartas que rezaban: "Esto es lo que deseábamos, un enfrentamiento con Estados Unidos".