Los halcones de la guerra rusos estallan ante otra debacle en la guerra: "Es vergonzoso"
La caída del régimen sirio pone de manifiesto la mala gestión de Moscú en Oriente Medio.
La caída del régimen de Bachar Al-Assad en Siria está teniendo unos efectos colaterales y unas consecuencias directísimas en la geopolítica global, comenzando por uno de sus principales aliados, Rusia.
Actualmente y tras el derrocamiento del máximo mandatario sirio el pasado domingo, Moscú ha perdido un enclave estratégico en Medio Oriente que le reportaba enormes beneficios tanto a nivel económico como de influencia, algo que no ha tenido una buena acogida en las propias fronteras rusas.
Muchos de los propagandistas y líderes de opinión prorrusos han arremetido contra todos, comenzando por el pueblo sirio. Pero no han sido los únicos, ya que también han sido muy críticos con los dirigentes rusos por, según ellos, no haber sabido transmitir ni a los sirios ni a sus propios ciudadanos el papel del Kremlin en Siria.
Muchos de estos blogueros rusos lamentaron en los últimos días la toma de Damasco por parte de los rebeldes islamistas, ya que una de las principales consecuencias parece que será la pérdida de sus bases militares en el país.
"La campaña mediática rusa dedicada a la operación en Siria ha sido extremadamente agresiva durante muchos años para dar forma a la imagen de Moscú como un actor clave en este teatro de acción militar y política", fue uno de los mensajes publicados por un canal propagandista prorruso pen Telegram.
"La propaganda compitió diligentemente con las imágenes estadounidenses de la invasión de Irak, que en su día se emitieron en la televisión rusa y se clavaron en los corazones de muchos espectadores nacionales como un ejemplo de las acciones de una superpotencia", rezaba otro.
"No hemos sido capaces de dar una explicación clara de nuestra presencia en Siria"
Mientras tanto, el propio Ministerio de Exteriores ruso reconoció el fracaso en Siria al medio Newsweek: "Durante los diez años de nuestra presencia en Siria, no hemos sido capaces de dar una explicación clara de nuestra presencia", señalaron.
Además, fueron autocríticos al reconocer que "no hemos sido capaces de explicar al pueblo sirio por qué Rusia y Asad son buenos y los terroristas/militantes/opositores son malos. Incluso teniendo en cuenta los ríos de sangre que se han derramado, y en el sentido literal".
Por último, otras voces autorizadas dentro del entorno como es el caso de Margarita Simonyan, jefa de la cadena rusa RT, afirmó que "es una vergüenza para Siria, pero en el contexto de Rusia", y culpó al gobierno de su país de doblegarse "y seguir elogiando y humillándonos frente a Trump. Es vergonzoso", sentenció.