Los demócratas recurren a la criptonita de Trump para mostrar su unidad alrededor de Kamala Harris
El ex presidente de EEUU refrenda su respaldo a la candidata del Partido Demócrata con un potente discurso en el que ha explicado la amenaza que representa el candidato republicano para la democracia.
La catárquica Convención Nacional del Partido Demócrata, en la que quieren olvidarse de la grave crisis provocada por el candidato Joe Biden, demostrando unidad alrededor de su nueva aspirante, Kamala Harris, ha sacado a pasear en la segunda jornada del cónclave el armamento pesado y la criptonita del candidato rival: Barack y Michelle Obama.
El estadio United Center, donde se celebra la convención, estaba abarrotado desde primera hora de la tarde con miles de asistentes que bailaron al ritmo de la música de LaBelle y Common y que aplaudieron con fuerza al escuchar el testimonio de Kyle Sweetser, un trabajador de la construcción de Alabama que confesó haber votado a Trump en tres elecciones, aunque en realidad todos esperaban el discurso de los Obama.
El peso que tiene el matrimonio dentro del partido es visible hasta en la propaganda de la campaña de Kamala Harris, que intenta emular el éxito de la de Barack Obama en 2008, con carteles, lemas y una imagen de esperanza que busca despertar el entusiasmo entre los votantes. En la convención, de hecho, hay paredes forradas con carteles de Shepard Fairey que recuerdan al icónico póster 'Hope' que él mismo elaboró hace dieciséis años y que se convirtió en un símbolo de la campaña del expresidente demócrata.
La intervención de Barack Obama ha sido uno de los momentos más destacados de la segunda jornada de la Convención Nacional Demócrata de Chicago. El expresidente de Estados Unidos, con un electrizante discurso que emocionó a los presentes, se encargó de dibujar un escenario de victoria para Kamala Harris en las elecciones de noviembre, asegurando que el país está preparado "para un nuevo capítulo", sin la necesidad de vivir otra vez cuatro años de "fanfarronería y caos", en clara referencia a Donald Trump.
El exmandatario no solo llamó a la unidad del partido demócrata sino que también animó a los estadounidenses a centrarse en los valores que los unen como país porque "la gran mayoría de nosotros no queremos vivir en un país amargado y dividido". De hecho, Obama se encargó de presentar a Kamala Harris como la líder con la capacidad para unir Estados Unidos y defender los intereses de todos los ciudadanos, independientemente de su afiliación política. “Como presidenta, no va a atender solo a sus votantes, trabajará en nombre de cada estadounidense”, aseguró el expresidente.
Michelle Obama enciende al público de la Convención
Antes de que el ex presidente de los Estados Unidos tomase la palabra en la Convención Nacional Demócrata de Chicago, su mujer, Michelle Obama, se encargó de encender aún más el ambiente de un cónclave que ha escuchado sus discursos con absoluta devoción, que en el caso de la ex primera dama, fue lo bastante enérgico y suficientemente lleno de críticas contra Donald Trump, que el abarrotado United Center se viniese abajo en varias ocasiones. Buena muestra de ello fue la ovación ensordecedora con la que la recibió el público al subirse al escenario, reflejo de la gran expectativa antes de su intervención.
"Hay algo maravillosamente mágico en el aire”, comenzó Michelle Obama, agradeciendo los aplausos y refiriéndose al ambiente que se respiraba no solo en el estadio, sino en todo el país. "¿Saben de lo que estoy hablando, verdad? Es la anticipación, la energía, la emoción de estar de nuevo al borde de un día más brillante”, expresó, evocando el espíritu de cambio y esperanza que caracterizó la campaña presidencial de su esposo, Barack Obama, en 2008. Acto seguido, lanzó una declaración de intenciones que acabó de encender al público del United Center: “¡Estados Unidos, la esperanza está de vuelta!”
Aunque nunca mencionó directamente a Donald Trump, sus palabras fueron lo suficiente claras como para entender que su discurso era un ataque directo a su administración y a su campaña electoral, cargando contra la "limitada y estrecha visión del mundo" que, según ella, define al candidata republicano que, por otra parte, "se sintió amenazado por la presencia de una familia afroamericana en la Casa Blanca”, afirmó, para luego añadir que ha recurrido nuevamente a "las mismas feas, misóginas y racistas mentiras”"que marcaron su mandato.
La exprimera dama también ofreció un contundente respaldo a Kamala Harris, a quien describió como la heredera de la "esperanza" que llevó a su marido hasta la Casa Blanca. “Kamala es una líder que conoce el significado de la lucha y la perseverancia. Es la mujer que necesitamos en este momento crucial”, declaró Obama, antes de apelar a que es hora de pasar a la acción con el voto masivo para el Partido Demócrata: "Tenemos la oportunidad de hacer historia, de elegir a la primera mujer afroamericana y de origen indio como presidenta de Estados Unidos. No podemos permitirnos quedarnos al margen", remataba Michelle Obama.
Su discurso resonó con fuerza entre los miles de asistentes al cónclave, muchos incluso se mostraron visiblemente emocionados. La intervención de Michelle Obama, marcada por la pasión y la energía, eclipsó incluso la del presidente Joe Biden del día anterior.