Los cazas F-16 se dirigen al campo de batalla más peligroso de Ucrania
Kiev no sólo no gana terreno, sino que lo pierde. Rusia lleva la iniciativa y se espera para verano una ofensiva fuerte que le permita ahondar en su poder. Pinta regular.
La tan esperada entrega de los F-16 a Ucrania está en el horizonte, ahora sí, tras meses y meses de ruego por parte de Kiev a sus aliados occidentales. Estos avanzados aviones de combate, fabricados en Estados Unidos, no son, sin embargo, la panacea. Ni van a llegar tan pronto como para cambiar el equilibrio de fuerzas ni son un milagro, menos aún cuando se van a encontrar con el peor campo de batalla en los dos años largos de contienda que ya se arrastran.
Hablamos de cazas que han realizado misiones de combate en todo el mundo durante las últimas décadas, que de hecho han levantado suspicacias en Moscú por su poderío, pero que, dicen ahora varios expilotos militares estadounidenses a Business Insider (BI), lo tendrán complicado porque se van a enfrentar a la prueba de combate más importante del avión.
Se espera que los F-16, que están siendo proporcionados por aliados occidentales como Bélgica, Dinamarca, Noruega y los Países Bajos, lleguen a Ucrania al pasar la primavera, a más tardar. Estos aviones son una mejora significativa de la flota actual de aviones de la era soviética de Ucrania, que ofrece mejores capacidades de guerra electrónica y maniobrabilidad. Los F-16 también son capaces de transportar vainas de ataque avanzadas y municiones aire-tierra, lo que les permitirá atacar eficazmente vehículos y posiciones terrestres.
Los F-16 para Kiev estarán equipados con misiles aire-aire AIM-9 Sidewinder y AIM-120, que el país invadido ya tiene en su arsenal. Estas municiones permitirán a los F-16 interceptar drones de ataque rusos, misiles de crucero y cazabombarderos. Se espera que la llegada de los nuevos caza complemente las defensas aéreas existentes en Ucrania, que son una mezcla de sistemas de la era soviética y occidentales, como las baterías Patriot provistas por Estados Unidos y el NASAMS, el Sistema de Misiles Superficie-Aire Avanzado Noruego.
Sin embargo, en el detallado análisis publicado por el citado medio también se destacan los desafíos que enfrentarán los F-16 en Ucrania, en un momento en el que no avanza en el campo de batalla sino que, por contra, está perdiendo terreno y no lleva la iniciativa. Entre los principales retos que se señalan estarían los sistemas avanzados de defensa aérea rusos, como el S-300 y el "altamente avanzado" S-400, una "formidable" flota de Su-35 y MiG-31 armados con misiles aire-aire R-37 de largo alcance y poderosos radares, además de aviones de alerta temprana, que pueden detectarlos a cientos de millas de distancia. Son potentes, pero se dejan ver.
El diseño físico del entorno operativo también es una preocupación, indican las fuentes de BI, ya que los F-16 ucranianos podrían estar inmediatamente dentro del alcance de los sistemas tierra-aire rusos al despegar. Ya ha pasado con otros aviones: Ucrania ha perdido al menos 86 desde que comenzó la guerra, dado el alto riesgo del campo de batalla. Son datos del sitio de inteligencia de código abierto Oryx.
"Entrar en Tormenta del Desierto, posiblemente contra el tercer ejército más grande del mundo y una fuerza aérea muy robusta, fue una situación muy, muy difícil", señala John Baum, un teniente coronel retirado de la Fuerza Aérea de EEUU, que ha registrado más de 2.300 horas como Piloto del F-16. Pues bien, para él, se viene algo peor. "Los F-16 de Ucrania van contra Rusia: absolutamente, sin lugar a dudas, el escenario más difícil que el F-16 tendrá delante", señala Baum, ahora miembro residente del Instituto Mitchell de Estudios Aeroespaciales.
A pesar de estos desafíos, la conclusión de los expertos es que los F-16 podrían desempeñar un "papel crucial" en la degradación de las capacidades de defensa aérea de Rusia. No hablamos de ganar la guerra de un día para otro, pero sí de hacer daño y ayudar enormemente a la defensa del país agredido por Vladimir Putin.
Sobre todo, puede marcar la diferencia ya posee misiles AGM-88 HARM proporcionados por Estados Unidos, para aire-superficie, o misiles antirradiación de alta velocidad, que pueden cazar radares enemigos. Los F-16 están diseñados para transportar estos misiles, lo que permite una orientación más efectiva y dinámica. Los cazas también pueden agregar una capa adicional a la red de defensa aérea de Ucrania, que se ha estirado en los últimos meses.
El F-16 ha pasado ya por pruebas de todo tipo, desde su uso por la Fuerza Aérea de Israel en la década de 1980 hasta las operaciones más recientes en Medio Oriente y los Balcanes. Ha tenido misiones, además, en el propio Israel, Irak, Yugoslavia, Pakistán, Turquía, Egipto, Afganistán y Ucrania. Ahora será testado como nunca.