Las estratégicas reservas minerales que pueden caer en manos indeseadas con la espantada de Europa en África
El Sahel es quizás una de las regiones más ricas del mundo, dotada de recursos valiosos como el uranio, el oro y el petróleo, pero su gente sigue sumida en la pobreza extrema, el hambre y los conflictos.
Europa se marcha del Sahel, dejando sin abrigo comunitario a poblaciones sometidas al yihadismo al alza, al tráfico de personas y de drogas y, también, permitiendo que yacimientos de metales y minerales de gran valor puedan ser explotados por manos turbias. Entre ellas, las de Rusia.
Moscú será el principal beneficiario de la salida de los uniformados europeos, que se espera inminente, una vez que se marchen los pocos formadores que aún quedan en Malí. Será el momento de extender en la zona un poder que ya es fuerte desde hace tiempo, desde que Vladimir Putin comenzó a aplicar su diplomacia militar. Con el envío de milicianos y armas, ha logrado el apoyo de gobiernos de la zona que ahora le son leales, cuando buena parte de la comunidad internacional le da la espalda por su invasión de Ucrania.
El Kremlin da paso tras paso. En febrero, el más cercano, cuando los sucesores del Grupo Wagner desembarcaron en la capital de Burkina Faso, Uagadugú. En un mensaje de Telegram, el nuevo grupo de soldados rusos, denominado Cuerpo Africano, declaró que protegería al presidente interino Ibrahim Traoré y a la población de atentados terroristas. En consecuencia, la unidad existente de 100 efectivos se ampliará con otros 200.
No sólo supone expandir el poder de Rusia especialmente en África Occidental, sino que es un grado más, porque ya no se mandan mercenarios al uso, como los Wagner del pasado, sino una fuerza que depende directamente del Ministerio de Defensa ruso, algo que antes no ocurría. Wagner era una empresa de seguridad privada rusa. En África, luchaba contra el terrorismo islamista, actuaba como guardaespaldas y sólo representaba extraoficialmente los intereses militares de Putin en el continente. Estaba bajo la dirección de Yevgueni Prigozhin. El jefe mercenario cayó en desgracia con Putin después de haber dirigido sus tropas hacia Moscú a finales de junio de 2023. Dos meses después, se estrelló presumiblemente en un avión. Fue declarado muerto tras un análisis de ADN.
Según un informe del periódico francés Le Monde, el término "Cuerpo Africano" apareció por primera vez en las redes sociales a finales de noviembre, en un canal de Telegram cercano al Ministerio de Defensa ruso. Algunos de los soldados de la unidad proceden del antiguo Grupo Wagner, mientras que otros son reclutados principalmente en los países de despliegue. Con eso, se riega de dinero también a las poblaciones locales y se afianza su lealtad.
País a país
Y así en Burkina y en los alrededores. Las intervenciones de los servicios rusos, ya sea en Níger, Mali o Burkina Faso, sirven principalmente para proteger a los regímenes y mucho menos para luchar contra los yihadistas, como hacían las fuerzas europeas. Así que Rusia mira por sus intereses. Y es que la región es rica en minerales valiosos, como uranio y oro. Sí, es el Sahel es quizás una de las regiones más ricas del mundo, dotada de vastos recursos energéticos también con el petróleo, pero su gente sigue sumida en la pobreza extrema, el hambre y los conflictos.
Mientras Malí, Burkina Faso y Mauritania tienen oro, Camerún, Chad, Níger y Nigeria son ricos en petróleo, según datos difundidos por la Agencia Anadolu y cosechados en el Congreso Mundial de Minería (WMC) del año pasado, celebrado en Australia. Malí, última etapa de los militares europeos en la zona, es el tercer productor de oro de África y también tiene otros recursos naturales. El Ministerio de Minas del país estima que cuenta con 800 toneladas de yacimientos de oro, 2 millones de toneladas de mineral de hierro, 5.000 toneladas de uranio, 20 millones de toneladas de manganeso, 4 millones de toneladas de litio y 10 millones de toneladas de piedra caliza.
Mientras tanto, Níger destaca como el mayor proveedor de uranio del mundo. Según la Asociación Nuclear Mundial, este país, que comenzó a explotar su primera mina comercial de uranio en 1971, tiene dos minas importantes que proporcionan alrededor del 5% de la producción minera mundial a partir de los minerales de uranio de mayor ley de África. Níger también cuenta con otros recursos como carbón, oro, yeso y petróleo. Pero a pesar de esta vasta riqueza natural, el país ocupó el puesto 189 entre 191 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU de 2022, uno de los más pobres del mundo.
Guinea, por su parte, tiene varios recursos naturales, entre ellos bauxita, mineral de hierro, oro y diamantes. En cuanto a bauxita, es el segundo productor mundial. Según un informe del KPMG Global Mining Institute titulado Guinea: Country Mining Guide, el país tiene más de 7.400 millones de toneladas métricas de bauxita, lo que representa más de una cuarta parte de las reservas mundiales. También es una fuente importante de aluminio, pero su población sigue estando entre las más pobres del continente.
Burkina Faso también tiene una enorme riqueza mineral que va desde oro, diamantes y zinc hasta cobre, manganeso, fosfato y piedra caliza. Chad es igualmente rico en petróleo y tiene la décima reserva más grande de África.
Según la Administración de Comercio Internacional de Estados Unidos, el país tiene 1.500 millones de barriles de reservas probadas y produce más de 140.000 barriles por día, pero está clasificado como uno de los más pobres del continente y con una baja esperanza de vida.
Níger, Guinea, Malí, Burkina Faso y Chad han sufrido tomas de poder militares en los últimos dos años, lo que ha hecho que el Sahel sea más popular por los golpes de estado que por su riqueza natural. Y no va a detenerse esta oleada de golpes y contragolpes, según auguran los analistas, porque la pelea por el poder, por esos recursos, se va a acrecentar, mezclándose con las luchas sectarias, los señores de la guerra y las mafias que alimentan el caldo con rutas de la droga o de la inmigración.
Un río revuelto en el que Putin, ofreciendo formación, armas y recursos, ha pescado bien y va a pescar mejor, en un momento en el que su economía necesita un impulso. Las sanciones aún no le hacen mucho daño, pero calan poco a poco, y además se encuentra atrapado por una producción muy limitada, la del sector de la guerra, a causa de Ucrania.