La ONU pide con urgencia 21,5 millones para atender una sola ciudad, Yenín, asediada por Israel
Una cifra brutal que da cuenta del daño en la población cisjordana, donde se concentra la violencia desde hace meses, en especial en su campo de refugiados.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha hecho un llamamiento para recaudar 23,8 millones de dólares (cerca de 21,5 millones de euros) para hacer frente a la "emergencia" derivada de la operación militar a gran escala llevada a cabo a principios de julio por el Ejército de Israel en el campamento de refugiados de la ciudad cisjordana de Yenín.
El organismo ha indicado en un comunicado que estos fondos son necesarios para abordar "la emergencia multisectorial" provocada por la operación, la de mayor envergadura en Cisjordania desde el final de la Segunda Intifada hace cerca de dos décadas, que se saldó con la muerte de doce palestinos y miles de desplazados.
Así, ha especificado que la operación se saldó con 140 palestinos heridos, mientras que la infraestructura del campamento y casi mil viviendas sufrieron daños materiales, mientras que alrededor de 3.500 refugiados palestinos se vieron obligados a huir de sus hogares.
"Una vez más necesitamos apoyo para restablecer los servicios básicos en el campamento de Yenín para los refugiados de Palestina, y ayudarles a reconstruir sus vidas y medios de subsistencia", ha dicho el director de la UNRWA en Cisjordania, Adam Bouloukos.
"Hemos empezado a recibir compromisos de contribuciones, entre ellas una muy generosa de Emiratos Árabes Unidos (EAU), pero necesitamos más fondos para poder restablecer los servicios básicos, como la educación y la atención primaria de salud, así como ayuda de emergencia en efectivo y refugio para las familias afectadas. También debemos atender las necesidades de salud mental mediante apoyo psicosocial", ha recalcado.
El Ejército israelí indicó que el objetivo principal de su operación era que el lugar "no sea un lugar seguro" para "terroristas", mientras que el primer ministro palestino, Mohamad Shtayé, afirmó que "es el pueblo palestino el que tiene derecho a la autodefensa", un derecho que "no tiene una potencia ocupante".
Por su parte, un grupo de expertos de Naciones Unidas afirmaron que la operación israelí, que se saldó con doce palestinos muertos y más de un centenar de heridos, "podría constituir un crimen de guerra", al tiempo que subrayaron que "para que llegue a su fin esta violencia implacable, debe terminar la ocupación ilegal por parte de Israel".