La ofensiva mas letal de la guerra deja a Putin entre dos duras decisiones
Zelenski asegura que la incursión lanzada por las fuerzas ucranianas en la región fronteriza rusa de Kursk supone el "desastre de esta guerra" para Moscú.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó este martes que la incursión lanzada la semana pasada por las fuerzas ucranianas en la región fronteriza rusa de Kursk supone el "desastre de esta guerra" para Moscú. Mientras, el presiente ruso, Vladimir Putin, dijo un día antes que uno de los objetivos de la incursión ucraniana es frenar la ofensiva de Moscú en el este de Ucrania.
Las fuerzas ucranianas controlan ya 1.000 kilómetros cuadrados de territorio de la Federación de Rusia. Así lo anunció este lunes el comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski, quien realizó esta afirmación en un vídeo difundido en Telegram por Zelenski, en el que ambos se refirieron por primera vez de forma explícita a la operación ofensiva lanzada la semana pasada.
"Señor presidente de Ucrania, comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Ucrania: estoy continuando con la operación ofensiva en el territorio de la región de Kursk. En estos momentos tenemos bajo control unos 1.000 kilómetros cuadrados del territorio de la Federación de Rusia", informó el coronel general.
"Las fuerzas están llevando a cabo las tareas asignadas, los combates continúan prácticamente a lo largo de toda la línea del frente, la situación está bajo control", agregó después en otro corte en el que parece referirse a la situación militar en su conjunto.
El Ejército ucraniano había mantenido hasta ahora un secretismo casi completo -salvo algunas vagas alusiones- sobre la operación sorpresa lanzada la semana pasada en el óblast meridional ruso.
El gobernador en funciones de Kursk, Alexéi Smirnov, afirmó este lunes que las tropas ucranianas controlan 28 localidades en las que viven en total unas 2.000 personas, mientras que han sido evacuados unos 120.000 civiles de las zonas próximas al frente.
El gobernador afirmó que las fuerzas de Kiev han penetrado a una profundidad de 12 kilómetros en una franja de 40 kilómetros de ancho, mientras que los analistas ucranianos hablan de una profundidad de entre 30 y 35 kilómetros.
Mientras, Rusia aseguró que sigue combatiendo al enemigo también en el Donbás, donde el Ejército ruso ha mejorado sus posiciones en varios sectores del frente. Por ello, Putin aseguró que el principal motivo del ataque en Kursk es "parar la ofensiva rusa para la plena liberación de los territorios de las repúblicas populares de Lugansk, Donetsk, del territorio de Novorossia (Nueva Rusia)".
El jefe del Kremlin aseguró que el ritmo de las operaciones ofensivas rusas va en aumento. "Nuestras fuerzas armadas avanzan a lo largo de toda la línea del frente", señaló el mandatario ruso.
La crisis rusa cerca de Kursk no ha afectado aún a la dinámica de los combates en la región de Donetsk. Sin embargo, si continúa profundizándose, es probable que el enemigo se enfrente a una disyuntiva: avanzar en el Donbás o mantener Kursk, según ha reseñado Uliana Bezpalko, observadora militar y política del medio RBC-Ukraine.