La guerra de los siglos XIV y XV que explicaría la invasión de Rusia por parte de Ucrania

La guerra de los siglos XIV y XV que explicaría la invasión de Rusia por parte de Ucrania

El presidente de Ucrania ha asegurado que la operación de las tropas de Kiev en el óblast ruso de Kursk va según lo previsto.

Soldados de Ucrania, en la ciudad rusa de Sudzha (región de Kursk), el pasado 18 de agosto.Ed Ram / The Washington Post via Getty Images

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, declaró este lunes durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro neerlandés, Dick Schoof, celebrada en la ciudad ucraniana de Zaporiyia (sureste) que la operación de las tropas de Kiev en el óblast ruso de Kursk va según lo previsto.

"La operación de Kursk está cumpliendo su misión y va según el plan", dijo Zelenski, que agregó que la presencia de las tropas ucranianas en esta región fronteriza rusa -en la que controlan, según el último balance de Kiev, cerca de un millar de localidades y casi 1.300 kilómetros cuadrados- podría influir en la situación en el frente del este de Ucrania.

La ofensiva ucraniana en territorio ruso del pasado 6 de agosto - que supuso la primera vez que tropas extranjeras entraban en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial- le ha dado un vuelvo al mapa de la guerra destada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en febrero de 2022. 

Para entender lo que Ucrania ha logrado y puede lograr con la ofensiva de Kursk, los expertos se han remontado en el tiempo. El medio Foreign Policy ha comparado la ofensiva de Kursk con la campaña que precedió a la batalla de Crécy de 1346 en el norte de Francia durante el conflicto intermitente conocido como la Guerra de los Cien Años.

"Los franceses habían empleado con éxito la paciencia estratégica durante las invasiones inglesas anteriores: Felipe VI, el rey de Francia, sabía que su homólogo inglés, Eduardo III, estaba llevando sus finanzas al límite con sus costosas expediciones a Francia. En esas ocasiones anteriores, Felipe había sobrevivido financieramente a su enemigo manteniendo al ejército francés en el campo de batalla, controlando los movimientos de Eduardo, pero sin entrar en combate, obligando a Eduardo a retirarse una vez que se le acababa el dinero", señala. 

Esta fue una decisión inteligente, resalta el mismo medio, cuando los comandantes individuales tenían poco control sobre el curso de las batallas una vez que comenzaban, como escribió el estratega militar alemán Johann Jacobi von Wallhausen tres siglos después, "es mejor forzar al enemigo con hambre, emboscadas o miedo que con batallas, en las que la fortuna o la suerte tienen más poder que la virtud o el arte".

"En el verano de 1346, Eduardo había reunido nuevamente sus recursos y estaba buscando batalla, por lo que incitó a los franceses a luchar al embarcarse en una campaña de destrucción ostentosa desde Ruán hasta París, donde ocupó los parques de caza reales en las afueras de la ciudad. París estaba abarrotada de refugiados. En un importante precursor de los conceptos modernos de opinión pública, el rey francés tuvo que abordar esta ruptura del contrato social, por el cual él y sus nobles brindaban seguridad a cambio de su derecho a gobernar", continúa explicando el mismo medio. 

Felipe de Francia no dio una respuesta coherente ni unificada a la ofensiva de Eduardo en el norte de Francia. Una nueva investigación, además, sugiere que Eduardo y algunos de sus hombres conocían de primera mano el territorio cerca de Crécy y llevaron deliberadamente a Felipe a ese lugar para asegurarse de que tendrían buenas defensas una vez que lo encontraran. 

Cuando los franceses finalmente hicieron contacto con los ingleses, Felipe cayó en la trampa y atacó a pesar de que sus tropas estaban cansadas y dispersas, y a pesar de que su enemigo estaba en posiciones preparadas. Corrió esos riesgos "porque la opinión pública lo exigía", según Jonathan Sumption, un historiador de la Guerra de los Cien Años.

Al igual que los franceses en Crécy, el ejército ruso está luchando ahora en un contexto que le imponen los líderes militares de Ucrania. En cierto sentido, Putin aún no ha mordido el anzuelo de los ucranianos: Rusia no ha retirado tropas del Donbas para contener –y mucho menos expulsar– a Ucrania de Kursk. "Pero los contraataques de Rusia han sido aleatorios y mal preparados, lo que sugiere ira y pánico en Moscú. Si el ejército ruso no establece claramente su objetivo y actúa de manera organizada, no podrá responder y recuperar la iniciativa", setencia el mismo medio.