J. D. Vance, el candidato a vicepresidente de Trump que ha pasado de insultarle a caminar a su lado

J. D. Vance, el candidato a vicepresidente de Trump que ha pasado de insultarle a caminar a su lado

El senador por Ohio tuvo una infancia expuesta a la violencia y a las drogas que han marcador su conservadurismo. 

El candidato republicano a la vicepresidencia, el senador estadounidense J.D. Vance, en un mitin en Leesport (Pensilvania), el 21 de septiembre de 2024.Matthew Hatcher / Getty Images

"¡Adelante hacia la victoria!". Así se dirigió a la ciudadanía el senador por Ohio J.D. Vance tras ser elegido por Donald Trump como su candidato a vicepresidente si gana las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Fue el pasado julio. En estos pocos meses, Vance ha pasado de ser una de las voces republicanas más críticas con el expresidente a convertirse en uno de sus más acérrimos defensores, una de las armas con las que tratará de imponerse el próximo 5 de noviembre. 

"Simplemente abrumado de gratitud. Qué honor ir junto a Donald J. Trump. Él ofreció paz y prosperidad una vez y con vuestra ayuda lo volverá a hacer. ¡Adelante hacia la victoria!", dijo en X en su primer mensaje público tras haber sido designado. 

El propio Trump dio la noticia previamente en su red social, Truth Social, al comienzo de la Convención Nacional Republicana que lo proclamó formalmente como candidato de su partido, tras recibir el apoyo de la gran mayoría de los 2.500 delegados reunidos en Milwaukee. Su rival será Tim Walz, el actual gobernador de Minnesota por el partido demócrata, con el que se enfrentó el pasado 1 de octubre en un único cara a cara sin claros vencedores

Una infancia expuesta a la violencia y las drogas

James David Vance nació el 2 de agosto de 1984 en Middletown, Ohio, en un hogar en el que estuvo expuesto desde muy pequeño a la violencia, las armas y el consumo de drogas, una realidad similar a la de muchas familias blancas en ciudades industriales de EEUU.

Tras constantes peleas, sus padres se divorciaron, momento en el que el senador comenzó a usar el apellido Vance de su madre y dejó atrás el Bowman de su padre. Su abuela, a quien llamaba Mamaw, se encargó de su crianza y fue quien le inculcó que el cristianismo era su salvación y que, si alguna vez fallaba, siempre estarían las 19 pistolas que Mamaw guardaba en casa. Así comenzaron a fraguar en él los valores tradiciones.

Vance destaco en los estudios y se unió a los Marines de los EEUU, donde sirvió en la guerra de Irak. Sin embargo, ante la muerte de su abuela, regresó y comenzó a estudiar Ciencias Políticas y Filosofía en la Universidad Estatal de Ohio, que terminó con calificación cum laude. Tras esto, dio el salto a la Facultad de Derecho de Yale, donde se graduó con honores.

"Voy y vengo entre pensar que Trump es un imbécil cínico... o que es el Hitler de Estados Unidos"
J. D. Vance, antes de ser número 2 de Donald Trump

De autor de un 'bestseller' a criticar a Trump

Después de pasar por trabajos en bufetes y tecnológicas californianas, se lanzó a escribir sus memorias y en 2016 publicó Hillbilly Elegy: A Memoir of a Family and Culture in Crisis. Este libro autobiográfico se convirtió en un bestseller y un punto de referencia sobre la clase trabajadora blanca en Estados Unidos.

En él, Vance adoptó una visión conservadora y describió a sus amigos y familiares como derrochadores crónicos, dependientes de las prestaciones sociales y, en su mayoría, incapaces de salir adelante por sí mismos, según ha remarcado la BBC. El éxito del libro incluso hizo que la historia fuera llevada al cine en una película homónima de Netflix con Amy Adams y Glenn Close.

Pero Hillbilly Elegy lo convirtió no solo en un autor de bestsellers, sino también en un reconocido comentarista de televisión para explicar la posible relación entre Donald Trump y los votantes blancos de clase trabajadora en EEUU. Aunque por aquella época se dirigía al expresidente en términos muy distintos.

"Lo que está haciendo [Trump] es darle a la gente una excusa para señalar con el dedo a alguien más, a los inmigrantes mexicanos, al comercio con China, a las élites demócratas o a cualquier otra cosa", decía Vance en 2016. Ese mismo año, le escribió en privado a un contacto en Facebook: "Voy y vengo entre pensar que Trump es un imbécil cínico... o que es el Hitler de Estados Unidos".

J.D. Vance habla con Donald Trump, durante un mitin en St Cloud (Minnesota), el pasado 27 de julio.Stephen Maturen / Getty

Carrera política y cambio de rumbo

Cuando en 2022 se unió a la carrera por el Senado, Vance cambió su actitud hacia Trump y así consiguió el respaldo del expresidente para el Congreo. Ya en el Senado ha sido un voto conservador asegurado y ha respaldado políticas económicas populistas mientras ha ganado fama como uno de los mayores escépticos con respecto al envío de ayuda a Ucrania.

De esta forma, desde su entrada en la política, Vance ha ido escorando en los últimos años de un perfil más moderado y con vocación social hacia un conservadurismo más propio del núcleo MAGA (Make America Great Again, el lema de la campaña de Trump y el movimiento que lo sigue).

En los últimos meses, Vance presentó proyectos de ley para retener los fondos federales para las universidades, donde hay protestas por la guerra entre Gaza e Israel, así como para las universidades que emplean a inmigrantes indocumentados. Además, en marzo presentó una ley que impediría el acceso del gobierno chino a los mercados de capitales estadounidenses si no respeta la legislación comercial internacional.

Como candidato en la boleta con Trump, no ha dejado de enredarse en nuevas polémicas, sin que parezca afectarle: se han rescatado declaraciones suyas de 2021 rechazando que el país lo dirijan "mujeres sin hijos y con gatos", en referencia a la demócrata Kamala Harris; ha prologado el libro Quemar Washington para salvar América, de la fundación ultra Heritage, que quiere, entre otras cosas, control federal de la justicia para quitar los cargos que hay contra Trump; ha afirmado sin fundamento que el horario de verano en los colegios "reduce la fertilidad en al menos un 10%", que los migrantes en Springfield (Ohio) se comen a las mascotas de los vecinos o que los tiroteos "son realidades de la vida", como si fueran inevitables. 

Con esta agenda, en poco tiempo se ha convertido en un actor cada vez más importante entre los republicanos y, en concreto, en el trumpismo.

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Ana Roca es redactora en 'El HuffPost'. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, ha trabajado en la Agencia EFE y en el diario El País, donde se formó en la Escuela del periódico. Puedes contactar con ella en ana.roca@huffpost.es.