Quién es Tim Walz, el 'número dos' de Kamala Harris con pocos pelos en la lengua
El gobernador de Minnesota completa el ticket demócrata para las presidenciales del 5 de noviembre, tras ganar por sorpresa a sus rivales gracias, entre otras cosas, a un vídeo viral en el que llama "raritos" a Donald Trump y a J.D. Vance.
A Tim Walz, el hombre que acompañará en la boleta electoral en Estados Unidos a Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata de urgencia del Partido Demócrata tras la renuncia de Joe Biden, se le puede calificar de desconocido para el gran público, pero una intervención semanas atrás en una entrevista, concedida al canal MSNBC, lo elevó a los altares de la viralidad después de llamar "raritos" a Donald Trump y J.D. Vance.
Pocos podían adivinar, entonces, que el actual gobernador de Minnesota se iba a convertir en aspirante a la vicepresidencia de la Casa Blanca -lo hizo el pasado agosto, en una Convención Demócrata en la que todo eran estrenos- y que iba a tener un papel clave en una campaña polarizada y que acabará el 5 de noviembre, cuando se sepa quién ocupará finalmente el Despacho Oval.
Tim Walz, a sus 60 años, se ha convertido por sorpresa en el candidato de Harris para ocupar su puesto y ser el próximo vicepresidente de los Estados Unidos, siempre y cuando los demócratas consigan ganar al republicano Donald Trump, si el efecto Harris surte efecto. Las encuestas dan hoy un práctico empate técnico.
En esa carrera, el papel de Tim Walz se antoja clave. No sólo por la rápida transición que ha tenido que completar un político que, como gobernador de Minnesota, ha mantenido un perfil relativamente bajo; también porque ahora, en una de las campañas más intensas de las últimas décadas y a una mayor exposición mediática, ha tenido que demostrar que está capacitado para cumplir con el objetivo que le ha asignado el Partido Demócrata. Los sondeos de popularidad dicen que lo ha hecho.
Con la elección de Walz, a quien el Partido Republicano tilda de "izquierdista radical", Kamala Harris ha querido atraer a los votantes blancos que viven en el cinturón industrial del Medio Oeste del país, especialmente en los estados de Wisconsin, Míchigan y Pensilvania. También llegó para, como apunta The Washington Post, aportar alegría a una carrera por la Casa Blanca que se prevé dura y en la que sus intervenciones, marcadas por un irónico sentido del humor, pretende desmontar el discurso republicano para ganar en noviembre.
Nacido en una comunidad rural de Nebraska, Tim Walz es el ejemplo de un político cuya carrera está profundamente marcada por el trabajo y un fuerte sentido de comunidad.
De joven se alistó en la Guardia Nacional para financiar sus estudios universitarios. Más tarde, cambiaría los cuarteles por las aulas, convirtiéndose en maestro. Primero en China, luego en la reserva india de Pine Ridge, en Dakota del Sur y, por último, en un colegio de la Minnesota rural.
En el instituto de Mankato no solo ejerció como profesor de geografía, también se encargó de entrenar al equipo de fútbol americano, con el que llegó a ganar el campeonato estatal en 1999. Esta experiencia, su trabajo en las aulas y que lleve más de una década ejerciendo como congresista han sido algunos de los factores que Kamala Harris ha tenido en cuenta para seleccionarlo como su número dos en la campaña.
En 2006, Tim Walz hizo su entrada en política después de ganar un escaño en la Cámara de Representantes, convirtiéndose en uno de los pocos demócratas de un distrito rural y el soldado de mayor rango en el Congreso. Su carrera en Washington se alargó durante 12 años, tiempo en el que ha destacado su paricipación en los comités de Agricultura y Asuntos de Veteranos.
En 2018, Walz salió elegido como gobernador de Minnesota, un estado que en las últimas elecciones presidenciales ha votado siempre por el Partido Demócrata aunque las áreas rurales, el voto predominante es el del Partido Republicano. Reelegido en 2022, tuvo que hacer frente a una serie de crisis que pusieron a prueba su liderazgo, como los disturbios registrados en Minneapolis tras la muerte de George Floyd y la pandemia del COVID-19.
El perfil político de Walz, que convence a las facciones más progresistas del Partido Demócrata, se caracteriza por sus políticas orientadas hacia la justicia social. Durante su etapa como gobernador, puso en marcha medidas como la de almuerzos gratuitos para estudiantes, mejoró los derechos reproductivos de las mujeres y promovió recortes de impuestos para la clase media. También ha estado al frente de la legalización del cannabis recreativo y endurecer los requisitos (carecer de antecedentes) para comprar un arma.
Además de por sus políticas, Walz también se ha ganado cierta popularidad por su actividad en las redes sociales, en los que combina mensajes de contenido político con consejos sobre, por ejemplo, los fusibles de su coche. Sus conversaciones con su hija, Hope, su cercanía y la actitud desenfadada le han valido el apodo de Padre de América.
El respaldo de figuras como la del senador Bernie Sanders, que lo describió como el único que "puede levantar la voz y enfrentarse a los intereses de las grandes corporaciones", pone de manifiesto el peso que tiene Tim Walz dentro del ala más progresista del Partido Demócrata. A este espaldarazo se ha sumado poco después el de Shawn Fein, el presidente del poderoso sindicato del motor UAW, bien implantado en el Medio Oeste, región que debe ganar Harris si quiere ganar al republicano Trump.
A pesar de las críticas republicanas, que acusan a Walz de ser demasiado de izquierdas, ha defendido con humor y firmeza sus valores políticos: "Uy, sí, qué monstruo. En mi estado los niños se van a dormir con la barriga llena", llegó a decir ante los ataques del equipo de Donald Trump o de su compañero de fórmula, J.D. Vance. "No me voy a avergonzar de mis valores progresistas. El socialismo de uno es el carácter de ser un buen vecino de otro", aseguró en una de las entrevista cuando discretamente comenzó a convertirse en el candidato demócrata a la vicepresidencia de los Estados Unidos.