El G7 reclama una "pausa humanitaria" en Gaza y EEUU asume que habrá "período de transición"
Con todo, Blinken ha reiterado el llamamiento a Tel Aviv para no "reocupar" el enclave palestino. Israel abre otro corredor al sur de la Franja durante cuatro horas y advierte a los civiles.
Nuevo mensaje internacional a Israel mientras los combates se libran ya en el corazón de la Ciudad de Gaza. Los ministros de Exteriores de los países miembros del G7 han reclamado este miércoles una "pausa humanitaria" en la Franja de Gaza, con el objetivo de permitir el envío de ayuda en un contexto de constantes bombardeos que ya dejan más de 10.000 muertos, según datos del Ministerio de Salud controlado por Hamás.
El mensaje final de consenso muy similar a los emitidos por otras organizaciones u actores internacionales, se ha argumentado la petición del G7 no sólo para hacer llegar los suministros básicos a Gaza, sino también para favorecer la liberación de los 240 rehenes tomados por el Movimiento de Resistencia Islámica durante el brutal ataque del 7 de octubre sobre suelo israelí. En esa línea, el comunicado vuelve a condenar la incursión en territorio israelí y apuesta por más sanciones contra Hamás.
En esa línea, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha tomado la palabra para formular esta petición. "Remarcamos la necesidad de que haya acciones urgentes para resolver una crisis humanitaria que empeora en Gaza. Todas las partes deben permitir el apoyo humanitario sin trabas para los civiles". Eso incluye mantener el flujo de evacuación de extranjeros, que se limitan al paso egipcio de Rafah. En líneas generales, también se ha llamado a seguir trabajando en favor del diálogo y de "una solución de dos Estados", valorando que es "el único camino para una paz justa, duradera y segura" en la zona.
EEUU admite que puede haber un "periodo de transición" en Gaza, pero rechaza cualquier "reducción de territorio"
No es el único mensaje que ha dejado EEUU en boca del jefe de su diplomacia. De hecho, en ese mismo marco de la cumbre internacional, Blinken ha reiterado la línea estadounidense que advierte en contra de una hipotética "reocupación" de la Franja o de parte de esta -el propio Netanyahu dejó caer en una entrevista que Israel podría tener "responsabilidad general de seguridad" sine die-, pero ha admitido que puede acabar resultando necesario "un periodo de transición".
Con todo, el mensaje de Blinken va más allá de advertir sobre una posible "reocupación" -Israel abandonó la Franja en 2005-, también ha puesto el foco en otros posibles escenarios como una "reducción del territorio". No es una afirmación a la ligera, puesto que las informaciones que van llegando de la operación militar de tres fases que está llevando a cabo el Ejército israelí apuntan a la posibilidad de que Israel se instale en el norte de Gaza, incluso que acabe facilitando terreno conquistado a nuevos colonos.
La otra clave del mensaje de Blinken es que se ha posicionado en contra de un "desplazamiento forzoso" de los palestinos. Precisamente, lo que está ocurriendo en estos momentos. El número de desplazados internos en Gaza supera los 1,5 millones (más de dos tercios de una población de 2,2 millones), de los que 725.000 se refugian en instalaciones de la ONU, 122.000 en hospitales, iglesias y otros edificios públicos, 131,000 en escuelas no vinculadas a Naciones Unidas, y el resto con familias.
El jefe de la diplomacia estadounidense también ha advertido sobre un "bloqueo" a Gaza. Una medida que Israel emplea desde 2007, cuando Hamás ganó las elecciones en la Franja y se hizo con su control. En este sentido, se trata de una problemática que afecta al día a día ya antes de la última escalada de conflicto, pero que ahora influye en gran medida al estar únicamente habilitado el paso egipcio de Rafah, que también controla Israel.