Encuentra una bolsa negra en su jardín llena de gatos abandonados y al rato descubre lo especiales que son
Alguien había abandonado voluntariamente a una gata y a sus tres gatitos, exponiéndola al calor, sin agua, comida ni protección alguna.
Meredith Bammel, residente en Fort Worth (Estgados Unidos), quedó atónita cuando, una mañana de julio, se despertó con un coro de maullidos desesperados. La mujer quedó atónita cuando se dio cuenta de que provenían de su jardín y, al salir corriendo, vio una bolsa negra abandonada en el césped con un un montón de gatos dentro, según el medio La Stampa.
Alguien había abandonado voluntariamente a toda la familia, exponiéndola al calor, sin agua, comida ni protección alguna. "Una amiga encontró esto en su patio trasero. Un transportador abandonado con una madre gata y tres gatitos dentro, todos aterrorizados y llorando", comunicó Laura Grice, directora de Saving Hope Rescue. Pero lo que inmediatamente sorprendió tanto a la mujer como a su amiga fue que los tres cachorros no tenían cola.
Todos los gatos estaban afectados por el síndrome de Manx, una condición genética que provoca la ausencia de cola, un desarrollo incompleto de la columna, que permanece más corta de lo esperado, y posibles problemas para caminar. Según el mismo medio, algunas personas buscan este rasgo por motivos estéticos, aunque la mutación puede provocar graves problemas neurológicos relacionados con la columna.
El síndrome de Manx puede afectar a la función de las patas traseras, la vejiga y los intestinos, y la gravedad de los problemas neurológicos depende de lo comprometida que esté la médula espinal del gato. Por ello, el temor de Meredith era que los pequeños pudieran tener problemas neurológicos graves, que requerirían cuidados especiales y una familia dispuesta a acogerlos con estas necesidades.
Sin embargo, tras un minucioso chequeo, los veterinarios determinaron que los gatitos se encontraban en excelente estado de salud. "Afortunadamente, fueron encontrados a tiempo antes de que el calor los agobiara. Ahora están a salvo y todos están bien", explicaron desde el refugio, donde trabajaron para encontrar a personas dispuestas a adoptarlos.
Finalmente, la historia terminó con una buena noticia. Tanto la madre como los tres gatitos, ya mayores e independientes, han encontrado un hogar y ya se están acostumbrando a su nueva vida.
