El plan de Meloni, "inútil y muy duro" para la Organización Internacional de las Migraciones
Italia aumentará a 18 meses el período máximo de detención de los migrantes, un anuncio en plena crisis de embarcaciones en Lampedusa.
La ampliación del tiempo de retención de los inmigrantes irregulares llegados a Italia hasta 18 meses, una de las medidas recién aprobadas por el Gobierno italiano, es "completamente inútil", además de "muy dura para personas que no han cometido delitos", según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
"La detención durante 18 meses ya se implementó hace diez años en Italia y se demostró inútil", aseguró a EFE Flavio di Giacomo, portavoz de la OIM para el Mediterráneo Central.
El Ejecutivo italiano, que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, aprobó este lunes la ampliación del tiempo durante el cual podrán ser retenidos los migrantes hasta el máximo permitido por la Unión Europea (UE), así como la apertura de nuevos centros de repatriación, en plena crisis por la llegada a Lampedusa (sur) de más de 10.000 personas en tres días.
"Prolongar la presencia de los inmigrantes en estos centros no conduce a nada, porque no se tardan 18 meses en poner en marcha los procedimientos, si hay voluntad se hace casi inmediatamente, si no hay voluntad y cooperación de las embajadas, países de origen, no se hace ni después de cuatro años", explicó.
Además, "es una medida muy costosa para las arcas del Estado y no conduce a ningún efecto práctico".
"Es una decisión bastante inexplicable", salvo que "se piense que pueda tener efectos disuasorios", pero "esto demuestra que no se tienen en consideración las salidas de los inmigrantes hacia Italia, pues no hay ningún efecto llamada en las personas que han llegado este año", sino que "huyen porque sus vidas están en peligro".
Explicó que "la cifra de llegadas es de 127.000, pero ni siquiera son tantos, es un número muy similar a los 115.000 que llegaron en 2015, 2016 a Italia y no es en absoluto comparable, por ejemplo, a los casi 850.000 que llegaron a Grecia en 2015" y más "si hablamos con una población de 60 millones" de italianos.
"La gran diferencia con 2016, cuando llegó más o menos el mismo número a Italia, es que sólo el 8% lo hizo a Lampedusa" frente al 70% de este año, por lo que "no se puede hablar de en términos numéricos de una emergencia para Italia, para Europa, pero sí es para esta isla que es demasiado pequeña".
La única solución, según el portavoz de la OIM, es "prever un mecanismo que permita rescatar a las personas mediante buques grandes para poder llevarlos a Sicilia" y "a nivel político presionar para que se respeten los derechos de los migrantes en Túnez y Libia", de donde parten.
Las medidas
Meloni aprobó este lunes un decreto ley para reforzar las medidas antiinmigración adoptadas por su Ejecutivo desde que hace un año llegó al poder, aunque eso no ha impedido una nueva oleada migratoria en su frontera sur, especialmente en Lampedusa, el enclave italiano más meridional, frente a las costas africanas.
La primera ministra acudió a la isla este domingo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y esta anunció un plan de acción europeo para contener la inmigración, que las ONG rechazaron al considerar que contiene "viejas recetas fallidas".