El pequeño pueblo construido por una promesa entre amigos de la juventud para envejecer juntos
Cuatro parejas gastaron alrededor de 40.000 euros para construir una comunidad de minicasas lejos del centro urbano para poder vivir cerca unos de otros.

"Cuando crezcamos y nos jubilemos, viviremos todos juntos". Esta el típica frase que dicen muchos grupos de amigos, pero cuatro parejas amigas desde hace más de dos déacadas y cansadas del bullicio de Austin, Texas, lo han convertido en realidad.
Estas ocho personas decidieron construir una comunidad de minicasas lejos del centro urbano para poder vivir cerca unos de otros. Queriendo convertirse en vecinos y envejecer juntos, crearon una pequeña aldea comunitaria sostenible que se ha vuelto viral en las redes sociales, según ha contado el medio portugués NiT.
Así, con el deseo de crear un lugar donde pudieran andar en bicicleta libremente, reconectar con la naturaleza y recargar sus baterías, encontraron un terreno aislado de unas cuatro hectáreas y repleto de robles cerca del río Llano, a una hora de Austin. Aunque sabían que sería un trabajo duro.
"Cuando lo vimos por primera vez, no era precisamente atractivo", dcclaró uno de los involucrados, Jodi Zipp, de 67 años, quien trabajaba como periodista para el Austin American-Statesman. Durante sus 32 años de carrera, tuvo la oportunidad de participar en varios proyectos de sostenibilidad, especialmente aquellos relacionados con la problemática de la sequía en el estado de Texas.
Por ello, desde el principio, el grupo quiso crear un retiro que reservara la mayor cantidad de agua posible para árboles y plantas nativas. “Mantener el espacio mínimo y los costos bajos, a la vez que se construía un complejo elegante y confortable, fue una prioridad”, confesó. El siguiente paso fue encontrar un arquitecto con visiones similares y contactaron a Matt García, nativo de Austin.
El complejo, que se conoce como Bestie Row, se completó en 2015, pero comenzó a ganar popularidad hace unos dos años, cuando empezó a compartirse en las redes sociales. Los amigos gastaron alrededor de 40.000 euros para construir el pequeño pueblo.
Sin embargo, no pasan todo el año en este refugio aislado, por lo que cuando no están, suelen poner la villa en alquiler. Bestie Row sólo se puede alquilar en su totalidad y los precios rondan los 1.200 euros por noche, según The Spaces.
El arquitecto creó un diseño para cuatro casas pequeñas de aproximadamente 32 metros cuadrados para cada pareja. Todas las unidades de alojamiento están construidas con un techo de mariposa, también conocido como techo en V invertida, con dos superficies inclinadas que permiten captar el agua de lluvia.
Cada construcción tiene exteriores de metal corrugado, mientras que los interiores están decorados con madera contrachapada, un material que no sólo reduce costos sino que también promueve la sostenibilidad. Cada casa está equipada con una cama doble (tres de ellas también tienen un sofá cama) y tiene su propia vista al río, sin ninguna estructura que obstruya la vista.
Además de la vivienda, el grupo también dispone de un espacio común para reunirse para comer y recibir a amigos y familiares. En este sentido, el arquitecto diseñó un edificio común de 139 metros cuadrados, que esconde en su interior una cocina con estufa de estilo comercial y un enorme refrigerador. También hay una pequeña habitación de invitados equipada con literas y un gran balcón con una mesa de picnic de madera octogonal para poder disfrutar de la puesta de sol.