El lanzallamas termobárico ruso valorado en 15 millones de euros pasa a otra vida
Ucrania comunica que lo ha destruido.
Recientemente, Ucrania ha confirmado la destrucción de uno de los lanzallamas termobáricos rusos, valorados entre 6,5 y 15 millones de dólares, de acuerdo con la información compartida por la Tercera Brigada de Asalto mediante un vídeo publicado en su canal de Telegram.
Se trata de un lanzallamas pesado ruso TOS-1 SoIntsepyok, según se confirmó en la publicación militar ucraniana Militarnyi. El ataque ucraniano fue descrito como "los disparos son más feroces que todos los tiradores de acción".
El portal citado aseguró que el daño al lanzallamas fue posiblemente el resultado de un impacto anterior de un dron FPV, que terminó con numerosos vehículos rusos, como camiones que transportaban personal, equipo militar y vehículos UAZ.
Esta destrucción es especialmente relevante ya que este modelo de lanzallamas constituyen un elemento de alta prioridad para las fuerzas rusas, pero el Kremlin cuenta con muy pocos, dado su elevado valor y exclusividad. Por este motivo su destrucción supone un gran punto a favor de Kiev.
Pero este no es el primero que destruyen, ya que con anterioridad, destruyeron otro SoIntsepyok en Jarkov durante el mes de septiembre con un avión no tripulado FPV. Hay que destacar que se trata de un arma utilizada por Rusia desde el inicio de la guerra y tiene la capacidad de disparar docenas de cohetes termobáricos.
Por termobárico se entienden aquellas que "infligen daño al maximizar la onda de choque y la sobrepresión asociadas con una explosión", según el Instituto Lieber de West Point. Su aparición en la URSS se produjo en la década de 1970, tal y como apunta la Universidad Nacional de Defensa de Ucrania, aunque fueron utilizadas previamente por EEUU en los 60.