El ex consejero de Putin da por hecho el conflicto nuclear con la OTAN: Rusia está lista para atacar este país
Sergei Markov advierte que Moscú podría recurrir a armas tácticas contra bases de la OTAN en Europa del Este, en respuesta al apoyo militar de Occidente a Ucrania.
La sombra de un conflicto nuclear vuelve a planear sobre Europa. Sergei Markov, antiguo asesor del presidente ruso Vladimir Putin, ha encendido las alarmas al declarar que Rusia está preparada para emplear armas nucleares tácticas si la tensión con la OTAN sigue en escalada. En una entrevista con Times Radio, Markov aseguró que, si continúa el apoyo militar de Occidente a Ucrania, Moscú se verá "obligada" a usar a este armamento contra bases de la Alianza Atlántica.
Markov no titubeó al señalar que los aeródromos de la OTAN en Rumanía y Polonia, donde se guardan aviones suministrados a Ucrania, serían el objetivo prioritario de un ataque nuclear ruso. "Los F-16 no están en Ucrania, sino en bases rumanas y polacas. La posibilidad de que el ejército ruso ataque esos objetivos es real", aseguró el analista, que deja claro que Moscú considera estos aeródromos una amenaza directa. El exasesor fue más allá e incluso apuntó la posibilidad de que podría verse afectado el territorio británico si el conflicto continúa intensificándose. “Los misiles británicos podrían utilizarse desde estos F-16. Eventualmente, el territorio británico también podría ser atacado”, sentenció.
Aunque las palabras de Markov resultan alarmantes, el exasesor también mencionó que Rusia sigue abierta a las negociaciones de paz, aunque bajo condiciones muy específicas. Según él, Moscú exigiría la democratización de Ucrania y la caída del "régimen de Kiev" como elementos clave para alcanzar cualquier tipo de acuerdo. "Ucrania debería ser independiente, como Suiza", sugiriendo que la neutralidad sería la única vía aceptable para poner fin a la guerra.
Las declaraciones de Markov reflejan un tono cada vez más agresivo en la retórica rusa respecto al conflicto en Ucrania, donde la participación de Occidente ha sido clave para sostener a Kiev frente a la invasión rusa. El uso de armas nucleares tácticas, si bien sigue siendo una opción extrema, la mencionan cada vez más figuras cercanas al Kremlin, lo que alimenta el temor de que el conflicto pueda alcanzar una nueva y peligrosa fase.
En este contexto, las amenazas de atacar objetivos estratégicos fuera de Ucrania, como bases en Polonia o Rumanía, plantean serias preocupaciones en Europa y entre los miembros de la OTAN. Estas naciones, que han desempeñado un papel crucial en el suministro de armas y apoyo logístico a Ucrania, se encuentran ahora en el punto de mira de una Rusia que advierte sobre las consecuencias de la implicación militar occidental.