El candidato a canciller alemán se deja de protocolos y amenaza a Putin con un ultimátum de 24 horas
Si no se cumple la demanda planea transferir misiles de crucero Taurus a Ucrania y levantar las restricciones al uso de armas de largo alcance contra territorio ruso.
El favorito para ser el próximo canciller alemán, Friedrich Merz, afirmó en una entrevista al semanario Stern que si gana las próximas elecciones de Alemania, previstas para febrero de 2025, tiene intención de dar a Rusia un ultimátum: exigirá que Moscú deje de luchar en Ucrania y dará al presidente ruso, Vladimir Putin, 24 horas para responder.
Si no se cumple la demanda, según se hace eco el medio Wiadomości, Merz planea transferir misiles de crucero Taurus a Ucrania y levantar las restricciones al uso de armas de largo alcance para ataques en territorio ruso."La posición de Alemania debería ser que Ucrania pueda defenderse eficazmente por todos los medios posibles", subrayó el político, añadiendo que estaba abierto al diálogo con Vladimir Putin.
Merz, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), ya había expresado anteriormente una postura dura hacia Rusia. En octubre, hablando en el Bundestag, pidió un "curso más decisivo" y criticó al canciller Olaf Scholz, a quien acusó de haber provocado que Ucrania se viera obligada a luchar "con una mano detrás de la espalda" debido a la renuencia de Berlín a entregar los misiles Taurus a Kiev.
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, garantizó este miércoles el apoyo a Ucrania, aunque advirtió nuevamente de que no debe ocurrir a costa del crecimiento de Alemania, al tiempo que se reafirmó en su postura de no suministrar misiles de crucero a ese país ni de permitir el uso de armas alemanas para atacar objetivos militares en territorio ruso.
"A una pregunta hay que responder ¿debe financiarse el apoyo a Ucrania con más de 12.000 millones de euros del presupuesto federal alemán a costa de decisiones necesarias para el futuro de nuestro país? Mi respuesta es no", dijo durante la primera declaración de gobierno tras la ruptura de la coalición.
La alianza de verdes, liberales y socialdemócratas se rompió hace una semana precisamente por la diferencia entre el canciller y su ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, en torno a las prioridades para financiar por un lado un cambio de rumbo de la renqueante economía germana y por otro la asistencia a Ucrania.
Para poder proporcionar ayuda adicional a Ucrania sin tener que ahorrar en partidas relacionadas con el fomento del crecimiento Scholz quería que Lindner declarase una emergencia para poder esquivar el freno de deuda, a lo que éste se negó.
El canciller agregó que no se puede renunciar a inversiones en infraestructuras y a los recursos necesarios para la modernización de la economía y pagar por ello con menos crecimiento. "Y repito lo que he dicho en otras ocasiones: no puede ni debe ocurrir que el apoyo a Ucrania conlleve recortes en pensiones, asistencia y sanidad. Todo esto se lo quiero evitar a nuestro país", subrayó, a modo de justificación de la expulsión de los liberales de la coalición.
Por otra parte, señaló que Alemania tiene la responsabilidad de hacer todo lo posible por evitar que la guerra en Ucrania siga escalando y por no convertirse en parte del conflicto. En ese sentido, afirmó haber contribuido a que no se produzca esta escalada y destacó que el país europeo que más apoyo ofrece a Ucrania debe velar también porque esto no ocurra.
"Y por eso reitero mi postura en esta cuestión: estoy en contra de que las armas que suministramos puedan utilizarse para disparar hacia bien adentro del territorio ruso, y no cambiaré mi postura en lo que respecta al suministro por parte de Alemania de misiles de crucero", subrayó.
Se mostró convencido de que esto será también tema en la campaña electoral y dijo estar satisfecho de haber tenido la responsabilidad en estos tiempos, ya que eso ha permitido que Alemania actuara "con prudencia y sensatez en una situación peligrosa"