El aliado de Putin pide parar la guerra

La guerra entre Rusia y Ucrania está ahora "gravemente estancada", según ha advertido Alexander Lukashenko, el mandatario de Bielorrusia, quien ha instado a las dos partes a "llegar a un acuerdo". Unas palabras que extrañan en un presidente satélite de Moscú, absoluto colaborador del Kremlin. 

El líder bielorruso, aliado de Vladimir Putin, que ha proporcionado el territorio de su país como plataforma de lanzamiento para la invasión a gran escala de Ucrania desde febrero de 2022, sostiene ahora que las demandas de Ucrania para que Rusia abandone su territorio deben resolverse en la mesa de negociaciones “para que nadie muera”.

Añade: "Hay suficientes problemas en ambas partes y, en general, la situación ahora está seriamente estancada: nadie puede hacer nada y fortalecer o avanzar sustancialmente su posición". "Están allí cara a cara, a muerte, atrincherados. La gente está muriendo", indica el diario británico The Independent. 

En un vídeo con preguntas y respuestas publicado en el sitio web de la agencia estatal de noticias bielorrusa BelTA, Lukashenko añadió: "Necesitamos sentarnos a la mesa de negociaciones y llegar a un acuerdo. “Como dije una vez: no se necesitan condiciones previas. Lo principal es que se dé la orden de parar". 

Este fin de semana, en Malta, se ha estado revisando el plan de paz del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. El plan de Zelenski para poner fin a la guerra con Rusia fue sugerido por el presidente ucraniano en la cumbre del G20 de agosto de 2022, y ahora incluye 10 puntos. En Malta se han estado discutiendo cinco de ellos: la seguridad nuclear, energética y alimentaria, las cuestiones humanitarias (como la liberación de prisioneros y el retorno de los deportados), el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania y el orden internacional. Rusia no se ha planteado siquiera atender estas propuestas.