EEUU sospecha del lanzamiento de un nuevo misil ruso en los próximos días
Su nuevo misil balístico de alcance intermedio, el Oreshnik, entra en juego de nuevo.
Estados Unidos ha advertido que Rusia podría desplegar su nuevo misil balístico de alcance intermedio, el Oreshnik, contra Ucrania en los "próximos días". Esta información procede de una evaluación de inteligencia, que sugiere que el arma podría emplearse como parte de los crecientes esfuerzos militares de Moscú.
Los funcionarios estadounidenses han definido al Oreshnik como un arma psicológica con un impacto limitado en el campo de batalla, enfatizando su ojiva más pequeña en comparación con otros misiles desplegados regularmente por Rusia.
El misil Oreshnik, utilizado por primera vez en un ataque el 21 de noviembre en Dnipro, marca una preocupante escalada en el arsenal ruso. Imágenes de vigilancia captaron bolas de fuego cayendo al suelo a una velocidad extraordinaria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, promocionó las capacidades del misil en la televisión nacional, advirtiendo a los aliados de la OTAN de posibles ataques contra aquellos que permitan ataques ucranianos de largo alcance.
El despliegue del misil coincide con la doctrina nuclear actualizada de Putin, que reduce el umbral para el uso de armas nucleares por parte de Moscú, incluso en respuesta a ataques convencionales apoyados por potencias nucleares.
El Pentágono confirmó que el Oreshnik es un misil balístico de alcance intermedio (IRBM) experimental derivado del misil balístico intercontinental (ICBM) RS-26 Rubezh. Este tipo de armas estaban prohibidas en virtud del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) hasta su colapso en 2019. Con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros, el Oreshnik añade una nueva capa de complejidad al conflicto que dura casi tres años.
De paquetes y cambios
En respuesta a la intensificación de los ataques de Rusia, la administración Biden ha anunciado casi mil millones de dólares en ayuda adicional para Ucrania , incluidos sistemas antidrones y municiones de largo alcance.
Esto se suma a los 62.000 millones de dólares en ayuda militar estadounidense proporcionada desde que comenzó la invasión en febrero de 2022. El paquete refleja un apoyo continuo, a pesar de los recientes llamados del presidente electo Donald Trump a reducir la ayuda militar a Ucrania y a negociar un alto el fuego inmediato.
Trump, que asumirá el cargo el mes próximo, ha sugerido que Kiev debería prepararse para una menor asistencia estadounidense. "A Zelenski y Ucrania les gustaría llegar a un acuerdo y detener la locura", publicó Trump en las redes sociales, lo que indica un posible cambio en la política exterior estadounidense que podría afectar la trayectoria del conflicto.
La guerra ha llegado a un punto crítico mientras ambas partes compiten por ganar influencia en las negociaciones previstas para el invierno.
Los aliados occidentales han planteado la posibilidad de entablar conversaciones de paz, pero los combates se han intensificado a medida que Ucrania busca consolidar sus avances y Rusia despliega medidas cada vez más agresivas. El apoyo de la Administración Biden sigue siendo firme, pero la inminente investidura de Trump plantea interrogantes sobre los futuros compromisos de Estados Unidos.
Esta situación cambiante pone de relieve el precario equilibrio entre la estrategia militar y las maniobras diplomáticas a medida que la guerra se acerca a su cuarto año.