EEUU replica a Netanyahu: "Los palestinos tienen todo el derecho a vivir en un Estado independiente"
El choque entre Tel Aviv y Washington es evidente pero por ahora sin consecuencias más allá de las palabras. La ANP avisa: no habrá estabilidad en la región sin su país.
Benjamin Netanyahu ha dicho algo que no es nuevo, pero sí más claro que nunca: no quiere un estado palestino viviendo en paz y seguridad a lado de Israel, como consagró Naciones Unidad en la partición original de 1947 y como vienen buscando las negociaciones de paz de los últimos 30 años.
Aunque él mismo lo ha defendido de boquilla en estos años, arrastrado por las presiones de Estados Unidos pero sin convencimiento claro, anoche dejó claro que no lo apoyará, ni ahora que hay guerra abierta en Gaza ni cuando acabe.
egún remarcó en una rueda de prensa, está determinado a bloquear el establecimiento de un Estado palestino como parte de un escenario para el 'día después' de la guerra en la Franja o su propio mandato, algo que va en línea con su política histórica sobre esta cuestión, y también en relación al fin del conflicto en Gaza, donde no apoya la idea de dar el control a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). "Israel tiene que mantener el control de seguridad sobre todo el territorio oeste del Valle del Jordán", dijo en referencia a una parte importante de terreno de Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967.
Sus palabras no han gustado en Washington. Aún así, en la Administración Biden han sido suaves a la hora de cargar contra el primer ministro de Israel, su aliado histórico. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, restó importancia al comentario de Bibi, de inicio: "Este no es un comentario nuevo del primer ministro Netanyahu. Obviamente lo vemos de manera diferente", dijo a los periodistas esta noche a bordo del Air Force One. Pero a renglón seguido fue más claro: "Creemos que los palestinos tienen todo el derecho a vivir en un Estado independiente con paz y seguridad".
Netanyahu dijo que había informado a la administración Biden de su posición, destacando las profundas divisiones entre el Gobierno israelí y el partidario más acérrimo de su campaña militar contra Hamás en el enclave palestino.
Los funcionarios de Biden han sido cada vez más públicos con su presión sobre Israel, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advirtió sobre el terreno de que sin un camino hacia una solución de dos Estados, los países árabes no participarán en la reconstrucción de Gaza, por ejemplo, una incógnita total para la que Tel Aviv no ha presentado un plan postconflicto.
"Si Israel quiere que sus vecinos árabes tomen las decisiones difíciles necesarias para ayudar a garantizar su seguridad duradera, los líderes israelíes tendrán que tomar decisiones difíciles ellos mismos", dijo Blinken a los periodistas en Tel Aviv después de reunirse con el gabinete de guerra de Netanyahu a principios de este mes.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, reiteró anoche también la posición de la Casa Blanca en una conferencia de prensa el jueves, diciendo que "no hay forma" de reconstruir Gaza, brindar seguridad duradera allí o establecer una gobernanza allí sin establecer a la par un Estado palestino. Estados Unidos habría dejado clara esta posición a altos funcionarios israelíes en conversaciones directas "y ahora también en una conversación pública".
Un derecho propio, una garantía para la zona
Por su parte, el portavoz de la Presidencia de la Autoridad Palestina, Nabil abú Rudeina, ha asegurado igualmente que no habrá estabilidad en Oriente Próximo sin el reconocimiento de un Estado palestino, en respuesta a Netanyahu.
"Sin el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén Este como su capital y con las fronteras de 1967 no habrá seguridad ni estabilidad en la región", ha declarado Rudeina, según ha recogido la agencia de noticias palestina WAFA.
Además, ha expresado que las palabras de Netanyahu confirman que "este Gobierno (israelí) está decidido a empujar a la región entera al abismo", y ha culpado a las "agresivas políticas" israelíes por la grave situación de inestabilidad regional.
El portavoz ha insistido en que las condenas y las denuncias "ya no son suficientes" y que la estabilidad solo llegará con un Estado de Palestina reconocido a nivel internacional. Por último, ha responsabilizado a Estados Unidos por el deterioro de la seguridad y estabilidad en Oriente Próximo por su "apoyo ciego a la ocupación israelí".