EEUU autoriza el suministro de minas antipersonal a Ucrania
El anuncio, que refuerza el permiso para el uso de misiles de largo alcance en suelo ruso, llega el mismo día en que un informe denuncia que víctimas de estos dispositivos antipersona subieron un 22 % por su amplio uso en Birmania o Ucrania.
El presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, ha aprobado el suministro de minas terrestres antipersona a Ucrania, según informaron funcionarios de su Administración a varios medios estadounidenses, entre ellos el diario The Washington Post.
EEUU espera que Ucrania utilice las minas en su propio territorio y se ha comprometido a no usarlas en zonas pobladas por sus propios civiles, según dijo una fuente que pidió no ser identificada al Post, el primer medio en informar sobre este nuevo espaldarazo de Biden a Ucrania en su guerra contra las tropas invasoras rusas, al que se ha sumado luego la BBC.
Biden, que entregará el poder en enero próximo al republicano Donald Trump, ganador de las elecciones del pasado 5 de noviembre y partidario de una solución rápida al conflicto mediante concesiones por parte de Ucrania, autorizó recientemente a Kiev el uso de misiles de largo alcance ATACMS contra territorio ruso, un hito en la guerra que empezó en febrero de 2022 y que ayer, martes, cumplió 1.000 días.
Rusia ha acusado al presidente saliente estadounidense de "echar leña al fuego" con esa decisión que refuerza ahora la entrega de minas terrestres antipersonal.
El Washington Post señala al respecto que "el envío de minas terrestres antipersonal a Ucrania también es potencialmente controvertido, aunque entre un grupo diferente: más de 160 países han firmado un tratado internacional que prohíbe su uso, señalando que las armas indiscriminadas pueden causar daños duraderos a los civiles". Sin embargo, el Gobierno de Volodomir Zelenski -agrega el diario- las ha buscado desde que Rusia invadió Ucrania en 2022 y las fuerzas rusas han desplegado minas terrestres antipersonal generosamente en las líneas del frente, impidiendo que Ucrania avance en su intento de recuperar su propio territorio.
Dónde y cómo
Una de las cuatro fuentes consultadas por el diario precisó que el tipo de mina terrestre antipersonal que se entregará a Ucrania es "no persistente", lo que significa que los artefactos se autodestruyen o pierden la carga de la batería y quedan inactivas en cuestión de días o semanas, lo que reduce el peligro para los civiles. Hablamos de armas prohibidas por el Tratado de Ottawa de 1997.
El funcionario dijo que los responsables políticos ucranianos se han comprometido a no desplegar las minas en zonas densamente pobladas pero, indica el diario, los expertos en control de armas afirman que incluso las minas no persistentes plantean un peligro para la seguridad.
"Rusia está atacando las líneas ucranianas en el este con oleadas de tropas, sin importar las bajas que estén sufriendo. Por lo tanto, es obvio que los ucranianos están sufriendo pérdidas y más pueblos y ciudades corren el riesgo de caer. Estas minas se fabricaron específicamente para combatir exactamente esto", dijo una de las fuentes.
"Cuando se utilizan en conjunto con las otras municiones que ya estamos proporcionando a Ucrania, la intención es que contribuyan a una defensa más eficaz", agregó.
Al alza
Justo esta noticia se conoce en el día en el que se ha sabido que el número de víctimas por minas antipersona aumentó un 22 % en 2023 con respecto al año anterior, hasta las 5.757, por su amplio uso en conflictos como los de Birmania (Myanmar) y, también, en Ucrania, señaló un informe publicado este miércoles.
El estudio anual de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona, coalición de organizaciones galardonada con el premio Nobel de la Paz también en 1997, detalló que de las víctimas confirmadas al menos 1.983 murieron y 3.663 resultaron heridas, desconociéndose el estatus de otras 111.
Se registraron el pasado año víctimas de este armamento en 55 países, siendo Birmania por primera vez desde que se hacen estos estudios el más afectado con 1.003 muertos o heridos, mientras que Siria, que había ocupado el primer lugar en los tres años anteriores, fue segunda con 933 víctimas.
A continuación se situaron Afganistán (651), Ucrania (580), Yemen (499), Nigeria (343), Burkina Faso (308) y Mali (174), según un informe que al hilo de los tres últimos países mencionados alertó sobre el rápido avance del uso de minas antipersona en la región del Sahel, golpeada por múltiples conflictos.
La población civil siguió siendo la más afectada por estas armas, ya que al menos un 84 % de las víctimas no eran militares, y dentro de ellas los niños representaron más de un tercio del total de afectados (1.498 fallecidos o heridos).
El informe vuelve a denunciar el caso de Rusia, por el hecho sin precedentes de que un Estado ajeno al Tratado de Ottawa haya desplegado minas antipersona en el territorio de otro, Ucrania, que sí es parte de la convención.