Dura gresca entre Zelenski y Lavrov ante los miembro de la ONU
El presidente ucraniano asiste por primera vez en persona a la reunión del Consejo de Seguridad, el órgano más importante de las Naciones Unidas.
El derecho de veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se convirtió este miércoles en el protagonista de la enésima sesión dedicada a la guerra de Ucrania, a la que esta vez acudió como invitado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
De hecho, la reunión se convirtió en un campo de batalla cuando el presidente de Ucrania y el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se enzarzaron en un enfrentamiento público a cuenta del derecho a veto, un recurso al que Moscú ha acudido con mucha frecuencia en los últimos años para, según Zelenski, bloquear cualquier tipo de solución a la invasión rusa.
En su primera intervención presencial ante el Consejo de Seguridad, Zelenski expresó su preocupación sobre la aparente inmovilidad de la comunidad internacional frente a la guerra en Ucrania. "Es imposible detener esta guerra porque todos los esfuerzos se enfrentan al veto del agresor o de quienes apoyan al agresor", denunció el presidente ucraniano. A escasos metros, el representante permanente de Rusia, Vasili Nebenzia, escuchaba con atención sus palabras.
Consciente de que el Consejo de Seguridad ha entrado en una dinámica peligrosa, el presidente de Ucrania se presentó en el encuentro con dos propuestas claramente dirigidas contra Rusia debajo del brazo. Primero, expulsar temporalmente a un miembro que viola la carta fundacional de la ONU; segundo, llevar cada resolución vetada en el Consejo a la Asamblea y darle poder a ésta para levantar el veto.
Después de Zelenski, Serguéi Lavrov tomó la palabra y defendió enérgicamente el derecho de veto como una herramienta "legítima" y esencial de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
"El uso del veto es una herramienta absolutamente legítima estipulada en la Carta de Naciones Unidas con el objetivo de evitar decisiones que conduzcan a la ruptura de la ONU", afirmó el Ministro de Relaciones Exteriores ruso. Lavrov aprovechó su tiempo en el podio para cargar contra Ucrania, acusando al Gobierno ucraniano de promulgar leyes "racistas" contra los rusos y de estar bajo la influencia de "neonazis".
El enfrentamiento entre Zelenski y Lavrov dejó en evidencia la profunda división que persiste en el seno de la ONU sobre el tema del veto en el Consejo de Seguridad. Cualquier intento de reforma de esta institución, especialmente en lo que respecta a los derechos de los miembros permanentes, parece una tarea ardua, ya que requeriría la aprobación de dos tercios de los miembros de la Asamblea General y la ratificación posterior de dos tercios de los miembros de la ONU, incluyendo los cinco miembros permanentes.
En medio de esta contienda verbal, la comunidad internacional sigue buscando soluciones para la crisis en Ucrania mientras se enfrenta a desafíos inherentes a la estructura de la ONU.