Día 355, este de Ucrania: Kiev y Moscú se desangran sin remedio en Donetsk
A diez días de que se cumpla el primer año de la invasión rusa, ambos contendientes se baten encarnizadamente sin grandes victorias.
Senderos de Gloria, película del director Stanley Kubrick mostraba la sin razón de la guerra durante la Primera Guerra Mundial, cuando un batallón del ejército francés es enviado a tomar una posición sin relevancia estratégica. El resultado fue una carnicería. Se estrenó en 1957, y 66 años después, en el este de Ucrania, los rusos y ucranianos emulan aquella ficción en una lucha sin cuartel por una montaña de escombros, la ciudad de Bajmut y sus alrededores.
Conforme se aproxima el primer aniversario de la invasión, que será el 24 de febrero, Rusia redobla sus ataques y añade presión en el frente, concretamente en la provincia de Donetsk, sin embargo, se encuentran con unas tropas ucranianas que hacen frente con una resistencia numantina, feroz. Moscú avanza a un ritmo dolorosamente lento, y Kiev encaja los golpes como puede.
No en vano, ante el aumento de los esfuerzos rusos, Ucrania advierte de que la ofensiva que se espera para esta primavera por parte de las tropas del Kremlin podría adelantarse, y exige más celeridad en el envío de armamento a sus aliados occidentales. Estos últimos reiteran su apoyo a la causa del país de Volodímir Zelensky, ya hay dado luz verde a los tanques alemanes, americanos y británicos, pero de aviones de combate, la última petición de Zelensky, por el momento nada, aunque es un asunto que ya se discute.
Esa es la otra cara de la guerra, la que se juega en los despachos y con declaraciones institucionales que se traducen en el envío de armas modernas, decisivas en la resistencia y contraofensivas que Ucrania ha lanzado en los últimos meses en Jerson y Járkov. Por mucho que lo niegue, a Moscú le escuece, y suele responder a estas muestras de apoyo con lluvias de misiles.
Pero también con advertencias veladas a Occidente, como si quisiera advertir a Europa y a la OTAN de que un paso en falso podría suponer la aniquilación total. La ultima ha sido el despliegue de armas nucleares en el mar Báltico a través de sus submarinos y buques de superficie, un capítulo que denuncia la Inteligencia militar noruega y que no se veía desde los tiempos de la Guerra Fría, hace 30 años. Putin ha advertido en más de una ocasión que está dispuesto a usar el arsenal nuclear ruso, remarcando que no va de farol.
14 de febrero: una "feroz" resistencia
Este martes las tropas rusas han sufrido para conseguir un avance insignificante en Donetsk, algo que admiten hasta las propias autoridades prorusas de la región. "Hay combates en la parte sureste de Vuhledar. La situación es muy difícil, los combates son feroces, pero vemos cierto avance", dijo el líder interino impuesto por Rusia en la región de Donetsk, Denís Pushilin, ante las cámaras de la televisión rusa en unas declaraciones recogidas por la Agencia EFE.
No hay "indicios", prosigue Pushilin, de que Ucrania se vaya a retirar de Bajmut, epicentro de los combates más cruentos de las últimas semanas en la región. La localidad no reviste una gran importancia en sí misma, pero es la llave que abre el camino a otras localidades de mayor envergadura, como Sloviansk y Kramatorsk, que siguen bajo el control de Kiev.
Yevgueni Prigozhin, líder de la compañía rusa de mercenarios Wagner y aliado de Putin, ha confirmado la resistencia que presentan las tropas de Kiev, y ha definido en enclave como una "moledora de carne" a la que cada día llegan nuevos efectivos. El grupo de mercenarios resultó clave en la conquista de localidades cercanas a Bajmut como Soledar.
Kiev se refuerza sin parar
Todos los días llegan a Bajmut entre 300 y 500 uniformados ucranianos, y conforme pasan las horas el fuego de artillería se vuelve más intenso, ha informado Prigozhin. El portavoz de la agrupación militar Este de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Serhiy Cherevaty, confirmó que se habían producido 37 ataques y que sus posiciones fueron atacadas 243 veces con fuego de artillería. En Ucrania llueve muerte.
Los encontronazos más sangrientos de los mercenario de Wagner con los soldados ucranianos se dan en el norte de Bajmut, en el pueblo de Krasna Hora, donde la Inteligencia británica sí ha confirmado que en los últimos tres días se han producido pequeños avances de las tropas rusas.
Además de estos, los servicios secretos británicos advierten de que los esfuerzos bélicos rusos han recuperado vigor en las últimas semanas, pero no el suficiente como para poder tener un efecto decisivo en ninguno de los ejes en los que mantiene su ofensiva.
La información que llega de todas las fuentes denota que el estancamiento perdura, aunque se acumula más sangre que antes sobre el barro y la nieve. Es posible, según algunos de los actores sobre el terreno, que la ofensiva rusa que podría avecinarse en primavera no sea tal.
Ígor Guirkin, el oficial ruso retirado que lideró la sublevación armada prorrusa en el Donbás en 2014, ha asegurado en su canal de Telegram que la Federación no cuenta con la capacidad operativa suficiente como para lanzar una ofensiva a gran escala. Al mismo tiempo, añadía que Moscú solo podía aspirar a concentrar tropas y tratar de golpear en un solo punto, con el consiguiente coste de vidas humanas y recursos.
El nombre de la película de Kubrick, Senderos de gloria, viene de la novela homónima que escribió Humphrey Cobb en 1935. Pero Cobb, a su vez, se inspiró en un poema del poeta del siglo XVIII Thomas Grey que termina de la siguiente manera: "Los senderos de gloria no conducen sino a la tumba". Por esos senderos caminan a diario, desde hace un año, los rusos y los ucranianos.