Descartan la decisión más arriesgada de Putin
¿Un ataque en suelo OTAN? Calma, por ahora.
El riesgo a una internacionalización de la guerra de Ucrania está presente desde el minuto uno. Una invasión como la rusa, en un país en el corazón de Europa, que aspira a formar parte de ella y rodeada de estados de la OTAN, corre siempre el riesgo de desbordarse aunque sea con una chispa desviada, más aún si es por el expansionismo pretendido por Vladimir Putin.
Y, sin embargo, los riesgos de un enfrentamiento de Moscú con la Alianza Atlántica hay que tomarlos con calma. El comandante de las Fuerzas Armadas de Lituania, por lo menos, vive tranquilo.
En declaraciones a la radio ituana Žinių Radijas, recogidas por POLITICO, el alto mando militar del país báltico -parte de la OTAN y uno de los más amenazados por Rusia-, ha afirmado que "este año y el próximo, la posibilidad o probabilidad de una guerra entre Rusia y la OTAN es muy baja, extremadamente baja". Una visión tranquilizadora. Sostiene que obviamente las condiciones podrían cambiar, pero actualmente las fuerzas rusas del distrito militar occidental del país están totalmente comprometidas en Ucrania, sin representar una amenaza inmediata para los demás.
Su propio ministro de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, se ha mostrado más alerta ante la posibilidad de un ataque ruso. "Sí, estamos convencidos de que una guerra real es una posibilidad probable", dijo en Bruselas el miércoles, antes de una reunión con sus homólogos de la Unión Europea. Por eso, el uniformado fue preguntado por ese desajuste de visiones.
"Cuando tenemos que discutir asesoramiento militar con aquellos que no están realmente cualificados para dar asesoramiento militar, se produce cierta confusión", afirmó Rupšys, sugiriendo que los políticos deberían centrarse en sus funciones. "Sería bueno que cada uno hiciera su trabajo en todo el proceso de toma de decisiones", llegó a precisar.
A su entender, se tiene que aplaudir el plan preparatorio que su país está abordando por si las moscas. Cree que haría falta una acción rápida para establecer una brigada militar ligera y equiparla con vehículos de combate de infantería y tanques.
Lituania, Letonia y Estonia, las tres naciones bálticas, acordaron establecer una zona de defensa común en el mar que comparten y en sus fronteras con Rusia y Bielorrusia ,en medio de crecientes preocupaciones de seguridad, el viernes pasado. El presidente ruso, Putin, sobrevoló justo el jueves el Báltico por primera vez desde que se convirtió en espacio de la OTAN , ya que Finlandia y Suecia se han sumado a la Alianza. Putin fue a Kaliningrado, un enclave ruso fuertemente militarizado, esencial en esa zona.