De la huida de Marruecos con 13 años a ganar un Sol Repsol como chef
Se escapó clandestinamente de Tetuán y a sus 18 triunfa trabajando en lo que siempre soñó.
La historia de superación de Chuaib, un marroquí que recientemente ha cumplido la mayoría de edad, es de esas que sirven como ejemplo de vida, de no conocer la palabra rendición y de darlo todo por un sueño.
De origen marroquí, Chuaib llegó a España con 13 años nadando desde su país hasta Ceuta, y en ese momento ya tenía claro cuál era el objetivo por el que tenía iba a luchar contra viento y marea: ser reconocido como el mejor chef del mundo.
Hace unos días concedió una entrevista a la agencia EFE en la que hizo un repaso de su vida, de cómo le trataron al llegar a España, de la imagen que se tiene en nuestro país de los inmigrantes, y de cómo con esfuerzo y sacrificio, ha conseguido unos de los sueños que tanto ansiaba y a una edad inimaginable.
Y es que, hace apenas unos días se hizo con la distinción Sol Repsol, entregada por la Guía Repsol y que premia el esfuerzo y la superación en determinadas áreas. Ahora, aspira a una Estrella Michelín, y lo hace en el restaurante que le dio la oportunidad de desarrollarse y convertirse en cocinero: Local de Ensayo, en Murcia.
De Tetuán a Ceuta nadando con 13 años
En palabras propias, Chuaib Marssou, nacido en Tetuán en 2006, asegura que la cocina es un mundo en el que encuentra la tranquilidad. "Nada más entrar a la cocina con los compañeros, la comida, los platos que preparas, quieres que salga todo bonito... es igual que un arte, yo lo llamo cocina-arte”, declaró a la agencia.
Actualmente, ha logrado el premio a "mejor restaurante del mundo", aunque desde su punto de vista, esto es algo que no le hace perder la perspectiva ni la humildad.
Según relató, su viaje tuvo esa dosis de heroicidad e inconsciencia tan habitual en jóvenes y adolescentes, pero que al mismo tiempo, esconde una terrible realidad. Chuaib confiesa que abandonó su ciudad natal con 13 años y a escondidas de sus padres, ya que no le dejarían escaparse, y puso rumbo a Castillejos con varios amigos de su localidad.
El viaje lo recuerda como una tortura y asegura que fue "complicado" ya que estaba "fuerte" y que pasó miedo cuando algunos de sus amigos comenzaron a pedirle ayuda porque no podían continuar el camino por el cansancio.
Pese a todo llegaron a tierra y en Ceuta ingresó en varios centros de primera atención de los que no tiene un buen recuerdo. Así, decidió irse a vivir con unos amigos de forma ilegal, a unas chabolas donde la policía les "pilló" y de ahí se fueron a un centro de acogida para menores, pero no tenía nada que ver con el lugar en el que antes había estado: “Ahí sí sentí que estaba en un centro y no en una granja como animales”, asegura.
Luchar por convertirse en el mejor chef del mundo
Allí se desarrolló y creció como persona, donde le dieron clases de español y formación para que pudiera labrarse un futuro. Esta oportunidad fue abrazada por Chuaib sin dudarlo y se decantó por realizar un FP de cocina para luchar por su sueño de ser chef profesional.
Al poco tiempo, tuvo la oportunidad de realizar unas prácticas en un restaurante donde acabó siendo contratado. En la actualidad vive con más jóvenes en un piso y afirma que se encuentra "muy contento". “Si no hubiera venido, estaría ahora en Marruecos sentado en el barrio con los demás mirando a la pared porque allí no hay nada”, relata.
Pero el principal hándicap es el estar lejos de casa, de sus familiares y amigos, aunque asegura que todos ellos se sienten muy orgullosos de él y confirma que ahora, con la mayoría de edad cumplida, podrá viajar y pasar rato con ellos: "Estar, pasar el rato, comer juntos y hacer todo lo que no hemos podido hacer en muchos años”, es el objetivo del viaje.