China se cuela en el patio de Bielorrusia
La relación entre ambos países se estrecha, aún más, desde la invasión rusa de Ucrania.
La relación entre Bielorrusia y China no es nueva, pero en los últimos meses, con la invasión rusa de Ucrania como telón de fondo, su acercamiento se ha acentuado. Muestra de ello fue el recibimiento con alfombra roja hacia el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en Pekín por Xi Jinping la semana pasada, donde ambos firmaron una serie de acuerdos y expresaron su "interés máximo" en hallar una solución pacífica para Ucrania.
Lukashenko es uno de los aliados más cercanos al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y ha mostrado su apoyo total al plan de paz presentado por Pekín para poner fin a la guerra de Ucrania.
El mandatario bielorruso también alabó entonces la iniciativa para el desarrollo global lanzada por Pekín y afirmó que "expandir los contactos con China es una prioridad para la política exterior de Bielorrusia". Por su parte, el líder chino aseguró durante la reunión que la amistad entre Pekín y Minsk es "fuerte e inquebrantable".
Muestra de esta estrecha relación a lo largo de los años es el aeropuerto de Minsk, capital bielorrusa, cuyos carteles de bienvenida a los recién llegados están en tres idiomas: ruso, inglés y chino mandarín. El chino también está presente en centros comerciales y otras zonas empresariales y de ocio de este país de poco más de nueve millones de habitantes.
Una relación estrecha
Según ha publicado a BBC Mundo, a China y Bielorrusia les unen también lazos económicos desde hace tiempo. Pekín ha hecho grandes inversiones en el país europeo en los últimos años, como un parque industrial con una zona de libre comercio.
El pasado septiembre, siete meses después del inicio de la guerra de Ucrania, Pekín elevó el estatus de su relación con Bielorrusia, a la que ahora describe como "asociación estratégica integral", un término poco habitual que solo había usado antes para definir a Pakistán.
Bielorrusia, por lo tanto, y según un análisis de BBC Monitoring, ocupa un lugar muy alto en la jerarquía de relaciones internacionales de China, justo por debajo de Rusia.
Dentro de estos lazos comerciales, que la reciente visita del presidente bielorruso busca impulsar, la investigadora asociada del programa Rusia y Eurasia de Chatham House, Samantha de Benderm, ha destacado al mismo medio una frase pronunciada por Lukashenko en su encuentro con Xi, donde subrayó el interés en profundizar la cooperación con China para, entre otras cosas, "la promoción de bienes y servicios a los mercados de países terceros".
Si los pronósticos de Estados Unidos son ciertos y China se plantea vender armas a Rusia, podría utilizar Bielorrusia como país de tránsito, y "este acuerdo le daría el marco legal necesario para hacerlo", advierte la investigadora. China es ya el cuarto mayor exportador mundial de armas y, según Washington, empresas chinas ya han proporcionado "apoyo no letal" a Rusia.
Estados Unidos asegura que tiene información de que pronto también abastecerán a Moscú de "apoyo letal", algo que Pekín ha rechazado enérgicamente. "No aceptamos el señalamiento de Estados Unidos a las relaciones entre China y Rusia, y mucho menos la coerción y la presión", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin.