Cae una lluvia de metralla de un misil ucraniano sobre bañistas de Crimea
Moscú no duda de la implicación de EEUU en el ataque, en el que supuestamente se usaron misiles ATACMS.
La metralla de un misil de fabricación estadounidense disparado por Ucrania impactó el domingo en una playa repleta de turistas que tomaban el sol en Crimea, la península ucraniana anexionada ilegalmente por Rusia en 2014.
Las autoridades rusas informaron inicialmente de que al menos cinco personas, entre ellas tres niños, habían muerto a causa de heridas de dicha metralla. Al final, la cifra se cerró en cuatroo víctimas mortales.
Un vídeo grabado por un turista en la playa muestra un misil que aparece sobre la cercana ciudad de Sebastopol y luego explota. La metralla choca contra la arena en una sucesión de golpes y explosiones, y los turistas gritan y escapan. "¡Corred!", grita uno de los bañistas.
Otros dos videos muestran a turistas usando tumbonas para sacar a los heridos de la playa y a mujeres en bikini administrando frenéticamente primeros auxilios a un turista herido, mientras su sangre gotea sobre la arena.
Una de las fallecidas ha sido identificada como la hija de nueve años del teniente de alcalde de una localidad en el norte de la península ocupada. El Ministerio de Salud de Rusia dijo que 124 personas resultaron heridas en el incidente, incluidos 27 niños. "Se ha movilizado todo el sistema de atención sanitaria. Los médicos y el personal médico están trabajando. Los quirófanos están desplegados", dijo Mikhail Razvozhaev, alcalde de Sebastopol.
Los ataques contra objetivos civiles son raros en Rusia o en territorios ocupados por Rusia, porque Ucrania se cuida de ello, sabedor de que también implica un crimen de guerra y un desgaste en su imagen de agredido inocente. Pero la playa está a unos 10 minutos del aeródromo de Belbek, que Rusia utiliza para lanzar aviones de combate que atacan regularmente infraestructura civil en Ucrania, una diana desde la que los restos han causado eso que en todas las guerras se llama cínicamente "daños colaterales".
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus sistemas de defensa aérea habían interceptado uno de los cinco cohetes de artillería de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense disparados por Ucrania contra Crimea. Culpó a Estados Unidos por el ataque y dijo que el misil interceptado estaba armado con una ojiva de munición de racimo que explotó sobre la playa.
"La responsabilidad del ataque deliberado con misiles contra civiles en Sebastopol recae principalmente en Washington, que suministró estas armas a Ucrania, así como al régimen de Kiev", dijo. "Estas acciones no quedarán sin respuesta". "La implicación de EEUU y sus pupilos ucranianos no despierta dudas", dijo Sergei Lavrov, el ministro de Exteriores, según informa la agencia rusa Interfax.
Vladimir Putin no ha hecho comentarios, pero Dmitry Peskov, el portavoz del Kremlin, dijo que el presidente ruso había sido informado del ataque y estaba en “contacto constante” con su personal militar, de emergencia y de atención médica de alto rango.
Muchos visitantes rusos han restado importancia a los peligros de los ataques con misiles ucranianos para aprovechar paquetes de vacaciones con descuento a Crimea, famosa en toda Rusia por sus playas doradas, aguas cristalinas y cielos azules.
En el momento del ataque, las populares playas en las afueras de Sebastopol, la ciudad más grande de Crimea, estaban abarrotadas de familias y niños al comienzo de la temporada baños.
Preocupaciones en Washington
Ucrania ataca con frecuencia a Sebastopol, la base principal de la Flota rusa del mar Negro, pero normalmente dispara sus misiles por la noche y no a mitad del día.
El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que el ataque con misiles del domingo se produjo poco después del mediodía. Ucrania no ha hecho comentarios, pero el ataque reavivará las preocupaciones en Washington sobre la flexibilización de las reglas que ha impuesto a Ucrania sobre cómo utiliza el equipo fabricado en Estados Unidos para atacar a Rusia.
Ucrania quiere tener más libertad para atacar objetivos más profundos en Rusia, pero a Washington le preocupa que esto intensifique la guerra.
Washington considera que Crimea, anexada por el Kremlin en 2014, es parte de Ucrania y permite a los comandantes ucranianos atacarla con misiles de fabricación estadounidense.