Bulgaria elige a Ucrania y abandona a dos socios de la UE
Levantará la prohibición temporal de las importaciones de grano.
Bulgaria anunció este miércoles que levantará la prohibición temporal de las importaciones de granos ucranianos que rige en el país balcánico y en otros cuatro socios de la Unión Europea (UE) hasta el próximo viernes, desmarcándose así de Polonia y Hungría, que quieren extenderla hasta fin de año.
En un comunicado, el primer ministro búlgaro, Nikolay Denkov, dejó claro que espera que el levantamiento del veto sea aprobado en breve en el Parlamento, pues cuenta con la mayoría requerida gracias al apoyo de los dos partidos en el poder, el reformista PP-BD y el conservador GERB, y el de la minoría turca, DPS.
En su propuesta, esas tres formaciones abogan además por que la prohibición de importar "trigo, maíz, semillas de colza y girasol procedentes de Ucrania" sea levantada también en Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia. "Reconociendo la solidaridad de Bulgaria con Ucrania y para garantizar la seguridad alimentaria mundial (...) Bulgaria no apoya la continuación después del 15 de septiembre de la prohibición (...)", reza el texto que será sometido a votación.
El veto a la entrada de cereales de Ucrania fue acordado por los citados cinco socios de la Unión Europea (UE) en abril pasado para evitar que la llegada de grandes cantidades de grano perjudique su sector agrario nacional.
Hungría aspira a que la medida se extienda más allá del 15 de septiembre, mientras que el Gobierno polaco ha sido más drástico aún, al anunciar que la prolongará de forma unilateral si Bruselas no accede a hacerlo para todo el grupo.
Kiev ha pedido repetidamente que no se prorrogue, y ha acusado a estos cinco Gobiernos de la UE de insolidaridad en plena campaña de bombardeos rusos contra los puertos y el sector agrícola ucraniano, que no puede exportar por vía marítima debido al bloqueo militar del Mar Negro por parte de Rusia.
Ayer, martes, el primer ministro de Ucrania, Denís Shmigal, tachó de "populista" la postura de Varsovia de prolongar el veto a las exportaciones agrícolas ucranianas, y advirtió de que su Gobierno "se verá forzado" a acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) si Polonia "viola las normas" del comercio internacional.
Por su parte, Denkov argumentó hoy que la entrada de granos ucranianos estimularán la competencia en el mercado nacional y facilitarán así una moderación de los precios de los alimentos básicos y de la inflación.
Con respecto a las resistencias de productores agrícolas búlgaros, consideró que el sector tiene suficiente apoyo estatal para hacer frente a eventuales pérdidas y prometió solicitar a la CE una compensación adicional.
Los subsidios y ayudas al sector agrícola búlgaro alcanzaron un volumen de 800 millones de euros el año pasado, y se prevé que este año suban hasta rondar los 1.000 millones de euros.