Boric, sobre Maduro: "No hay duda de que estamos frente a una dictadura"

Boric, sobre Maduro: "No hay duda de que estamos frente a una dictadura"

El presidente chileno, uno de los líderes de la izquierda de Latinoamérica, sale a las claras a denunciar el fraude electoral en Venezuela, mientras el chavismo plantea reformas para impedir que los opositores actuales repitan en listas. 

Gabriel Boric, en la inauguración de una carretera en Valparaíso, el pasado 8 de agosto.Cristobal Basaure Araya / SOPA Images / LightRocket via Getty Images

El presidente chileno, Gabriel Boric, ha asegurado que la sentencia emitida este jueves por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela y que avala la victoria electoral del presidente Nicolás Maduro "termina de consolidar el fraude" y ha insistido en que Chile "no reconoce este falso triunfo".

"No hay duda que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime al que piensa distinto y es indiferente ante el exilio más grande del mundo, solo comparable con el de Siria, producto de una guerra", ha denunciado en redes sociales Boric, uno de los líderes regionales más críticos con Maduro.

Para el mandatario chileno, que da por hecho que recibirá "insultos" tras este nuevo pronunciamiento, el fallo de este jueves es "un nuevo portazo" frente a quienes piden "democracia" en Venezuela.

Asimismo, ha querido señalar que la "dictadura" de Maduro no representa en ningún caso a la izquierda política, en la medida en que para ello debería "respetar los Derechos Humanos sin importar el color de quien los vulnera". Un "progresismo transformador", ha añadido, que "mejore las condiciones de vida de su pueblo construyendo comunidad en vez de individualismo, encuentro sobre polarización".

Después de sus declaraciones, el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, ha afirmado que Boric, al que ha tildado de "ridículo sirviente", ha pasado "de ser el hazmerreír de un continente al más sumiso peón del imperialismo" estadounidense.

"Los pueblos del mundo comprueban hoy lo que Chile notó hace tiempo: Boric es una pieza comprada por EEUU, cobarde y arrastrada a intereses que nada tienen que ver con los anhelos de los pueblos de nuestra América. ¡Cuánta falta hacer en Chile un Salvador Allende", ha manifestado a través de su canal en Telegram.

Gil, que ha considerado que "no merece ningún insulto, sino lástima que se le reserva a los que están destinados a ser algo peor que la nada", ha remarcado que Washington "ordenó estrangular la economía de Chile para luego imponer a sangre y fuego la dictadura de (Augusto) Pinochet e instalar un régimen económico neoliberal, que hoy somete a los trabajadores bajo la mirada cómplice de su Gobierno".

No está solo

Chile no es el único que ha criticado estas conclusiones. Uruguay, Paraguay y Guatemala calificaron este jueves de "fraude" el fallo del Tribunal Supremo de Justicia. El jefe de Estado de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien aseguró que "el régimen de Maduro confirma lo que la comunidad internacional viene denunciando: el fraude. Una dictadura que cierra todas las puertas a una vida institucional y democrática de su pueblo"

El presidente de Paraguay, Santiago Peña, consideró "inaceptable" la decisión del TSJ sin una revisión "exhaustiva e independiente" de los votos y lamentó "profundamente la decisión del Gobierno de Venezuela de avanzar en la ratificación de resultados electorales que no reflejan la voluntad del pueblo venezolano".

El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, insistió en que su país no reconoce el "fraude" electoral perpetrado por el "régimen" de Nicolás Maduro.

"La crisis en Venezuela es indiscutible, y desde Guatemala ya hemos dicho que sus recientes elecciones solo son una demostración de la misma: el régimen de Maduro no es democrático y no reconocemos su fraude", afirmó el mandatario en un mensaje en la red social X.

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos, nobel de paz de 2016, calificó de "patraña" la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, mientras el exmandatario colombiano Iván Duque, quien lideró un "cerco diplomático" contra el Gobierno de Maduro entre 2018 y 2022, dijo que el fallo era "un golpe al pueblo venezolano".

"El fallo del Tribunal Supremo de Venezuela es una patraña. Colombia no puede, ni debe avalarlo, como se lo dijimos ayer al canciller (Luis Gilberto) Murillo en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores", expresó Santos, que gobernó el país andino entre 2010 y 2018, en un mensaje publicado en la red social X.

Por su parte, Duque dijo que "ahora lo que espera el dictador es que basado en ese dictamen, que no tiene sustento ni soporte, y que también termina validando que el Consejo Nacional Electoral estaba al servicio de que él se robara las elecciones, salgan varios países simpatizantes de su dictadura en la comunidad internacional a reconocerlo como presidente legítimo".

La opositora Concertación Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde) rechazó "el intento del régimen de Nicolás Maduro de legitimar el fraude electoral, mediante una resolución de la Sala Electoral del TSJ de Venezuela, que además pretende legalizar el golpe de Estado contra la soberanía popular del pueblo que el 28 de julio se expresó en las urnas, mayoritariamente a favor de Edmundo González Urrutia".

Por el momento los Gobiernos de Brasil, Colombia y México, que son cercanos al Ejecutivo de Maduro y que han hecho gestiones de medicación para dar una salida pacífica a la crisis, hasta el momento no se han pronunciado.

La semana pasada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, endureció su discurso y propuso dos soluciones: la formación de un gobierno de coalición que integre miembros del chavismo y de la oposición o la celebración de nuevas elecciones, las cuales fueron rechazadas por ambas partes.

Mientras que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sugirió un “frente nacional” como paso “transitorio” hacia una “solución definitiva” a la crisis.

En cambio, los que sí celebraron fueron Nicaragua y Cuba. El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, felicitó a su aliado y afirmó que era un "día histórico en Venezuela, porque el día de hoy se ha confirmado la victoria del pueblo de (Simón) Bolívar, del pueblo de (Hugo) Chávez, del pueblo de Nicolás Maduro".

El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, calificó de "victoria" el fallo del Tribunal Supremo de Justicia y dijo que "deben respetarse las decisiones de las instituciones venezolanas y cesar la injerencia en Venezuela".

El candidato de la mayor coalición opositora de Venezuela, Edmundo González Urrutia, rechazó el fallo y dijo que "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos. No usurparán la verdad". 

Nuevas amenazas

Horas después de que recibiera el aval judicial, en un acto de gobierno televisado, Maduro se mostró complacido por la sentencia, destacando que “cuando hay conflicto, cuando hay un asunto electoral... hay una sola instancia para resolverlo y esa instancia en el Tribunal Supremo de Justicia”

“Luego de hacer un trabajo técnico, científico, profesional y jurídico, basado en las leyes como poder judicial de la nación, ha emitido una sentencia histórica y contundente; y nosotros decimos en las calles de La Guaira y de Venezuela: santa palabra, hágase la paz, respeto absoluto a los poderes públicos”, aseveró. El gobernante dijo concordar con los miembros del poder legislativo, de abrumadora oficialista, de prohibir la participación en procesos electorales de aquellos que desconozcan a la autoridad del Tribunal Supremo, entre otros poderes públicos.

“Estoy de acuerdo con la propuesta que ha surgido de la Asamblea Nacional de hacer una reforma de todas las leyes electorales y que no puedan participar en procesos electorales aquellos que desconozcan las leyes, los poderes públicos, la constitución. Todo aquel que participe debe ser leal a los procesos”, añadió Maduro.

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En un post en X, antes Twitter, la líder opositora María Corina Machado dijo que Maduro y sus aliados “pretenden desconocer la soberanía popular y la verdad, pero no podrán”. “La burda maniobra en el TSJ, entregado al régimen, pretende eximir al CNE de su obligación constitucional. Pero ya es demasiado tarde. Todo el mundo sabe cuál es la verdad”, acotó la líder opositora, resaltando que todavía “no presentaron ni una sola acta, ni un solo número de una sola mesa”.