Austria y Alemania tiene un serio problema con sus jabalíes radiactivos
Spoiler: no, no se pueden comer.
Un estudio científico ha arrojado luz sobre una situación poco conocida, pero que supone un problema en Austria y en Alemania. Tiene que ver con sus bosques y con un tipo de animal salvaje que los habita, el jabalí. Según la investigación realizada por expertos de la Environmental Science & Technology de la American Chemical Society, algunos de estos cerdos salvajes cuentan con unos niveles de radioactividad que han provocado que se haya prohibido el consumo humano de su carne.
Concretamente, se ha analizado la presencia de índices altos de cesio en los jabalíes, según recoge un reportaje de la revista Men's Health. Una huella contaminante de hace un siglo está detrás de este problemático escenario. Para hacerse una idea, el 88% de las 48 muestras de jabalíes tomadas excedieron los niveles legales de las autoridades sanitarias de presencia de este elemento radioactivo en alimentos.
Lógicamente, y por su ubicación, lleva a pensar en uno de los mayores accidentes nucleares de la historia, el de Chernóbil -en la ya extinta república soviética ucraniana-. Sin embargo, la catástrofe ocurrida hace 37 años en esta planta no sería el único motivo que podría explicar lo que ocurre con los cerdos salvajes. Eso se desprende de que la cantidad de cesio-135 (más relacionada con pruebas nucleares) es mayor que la de cesio-137 (la radioactividad fugada en Chernóbil).
¿Trufas radioactivas?
En este sentido, hay voces científicas que apuntan a la realización de pruebas nucleares hace seis décadas como explicación. El cesio liberado habría permanecido en la atmósfera avanzando a través de lluvia radioactiva y filtrándose al suelo. Todo ello habría afectado al alimento predilecto del jabalí, las trufas y otro tipos de tubérculos y semillas que buscan entre la tierra.