Aumenta el número de desertores norcoreanos que no logran aclimatarse y prefieren regresar al país totalitario

Aumenta el número de desertores norcoreanos que no logran aclimatarse y prefieren regresar al país totalitario

Muchos se plantean cuáles son los motivos del regreso de estos refugiados.

Monumento a los soldados norcoreanos.Getty Images

Tras el fin de las hostilidades entre ambos países en 1953, más de 34.000 refugiados norcoreanos se han trasladado hasta Corea del Sur. Sin embargo, desde hace algunos años, los organismos de derechos humanos han observado que algunos de ellos están intentando regresar a su país de origen. En total, desde 2010 hasta 2022 se han detectado 31 casos de este tipo. 

Un ejemplo de estas deserciones es el de un norcoreano de 30 años que escapó hasta Corea del Sur en el año 2011, pero que con el tiempo, a principios de octubre de este año, robó un autobús para intentar escaparse hasta la frontera entre ambos países. 

El hombre se encontraba en "condiciones económicas muy difíciles" y echaba de menos a su familia, que dejó en Corea del Norte. Tras ser detectado fue detenido en el sur de la zona desmitalirazada (DMZ) y ahora será juzgado por violar las normas de seguridad nacional . "El desertor se encontraba en condiciones económicas muy difíciles como trabajador de la construcción y extrañaba a su familia, que aún vive en el Norte. Tras ser arrestado, será acusado de violación de las leyes de seguridad nacional", explicó la policía surcoreana.

Informaciones como esta abren el debate sobre cómo es posible que ciudadanos del país más estricto del mundo (junto con Eritrea) prefieran regresar a sus tierras a pesar de las normas restrictivas y la censura de su nación, y cuáles son los motivos que hay detrás de dichos movimientos. 

Un informe de la Fundación Hana, encargada de los programas de reasentamiento de norcoreanos en Corea del Sur, recogió que al menos un 20% de los desertores norcoreanos tienen pensamientos suicidas debido al estrés postraumático tras la huida de su país y el sentimiento de culpa, que se une a la soledad y la discriminación que muchos de ellos sufren.