Un analista militar revela el nuevo as en la manga de Rusia para ganar la guerra lo antes posible

Un analista militar revela el nuevo as en la manga de Rusia para ganar la guerra lo antes posible

Esa carta rusa está íntimamente relacionada con la central nuclear de Zaporiyia.

Un soldado ruso custodia el acceso a la central nuclear de ZaporiyiaAFP vÍa Getty Images

A lo largo de los últimos meses, Rusia está destinando gran cantidad de recursos militares a atacar las centrales eléctricas ucranianas. Esta misma semana, como consecuencia de varias ofensivas rusas, decenas de miles de ucranianos se han quedado sin suministro eléctrico.

De hecho, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció este jueves que va a ordenar la instalación cuanto antes de “placas solares, paneles inteligentes e infraestructuras de almacenamiento de energía” en escuelas y hospitales ante el déficit de generación eléctrica.

Hasta ahora, la estrategia rusa de usar armamento para destruir infraestructura eléctrica y no para luchar en el frente se achacaba a un plan para mermar la moral de los ciudadanos ucranianos. El objetivo sería que los propios ucranianos presionaran para firmar la paz reconociendo el territorio controlado por Rusia en estos momentos.

Sin embargo, Anton Herashchenko, analista militar ucraniano y exasesor del ministro del Interior de Ucrania, ha asegurado que el planteamiento ruso es radicalmente distinto al planteado en el párrafo anterior.

Según el experto, Rusia se estaría guardando un as bajo la manga que pondrá sobre la mesa cuando en otoño o en invierno el frío comience a hacer acto de presencia: la central nuclear de Zaporiyia.

La instalación, que es la central nuclear más grande de Europa, se encuentra controlada por las fuerzas rusas. Herashchenko ha apuntado que Rusia seguirá menguando la capacidad de generación de energía ucraniana para luego ofrecer la transferencia de la central nuclear de Zaporiyia a Ucrania.

Y ahí es donde está la clave: Rusia le ofrecería a Ucrania recuperar el control de la central nuclear de Zaporiyia (algo que sería una salvación en términos energéticos) a cambio de aceptar las condiciones de Rusia en unas negociaciones para poner fin a la guerra.

En ese sentido, lo previsible es que la exigencia del país presidido por Vladímir Putin para firmar la paz sea declarar como territorio ruso las líneas del frente actuales.