COP21: el 'Acuerdo de París' hace cosquillas a la industria automotriz
Para que la COP 21 pueda ser considerada una cumbre significativa esta debió haber adoptado una decisión importante para el transporte público. Las naciones desarrolladas deben considerar medidas de emergencia, como la reducción del uso y circulación de vehículos de motor de combustión en un 20% para finales de 2016, en un 40% para finales de 2018, y así hasta que todos esos vehículos estén fuera de circulación a finales de 2020.
Representantes de 195 países estuvieron en París para asistir a la cumbre COP 21 de las Naciones Unidas con la idea de atajar la crisis del cambio climático que enfrentamos los ciudadanos de todo el mundo debido a un modelo de desarrollo suicida y a la industrialización no sustentable.
Las naciones asistentes estuvieron representadas por jefes de Estado, presidentes, primeros ministros, vicepresidentes, ministros, miles de diplomáticos, así como por un gran arco iris de organizaciones no gubernamentales y activistas. La ONU estuvo representada por Ban Ki Moon, su secretario general, y por Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y por cientos de sus diplomáticos. Aunque muchos de los mejores periodistas del mundo cubrieron el evento COP 21, no ha habido ninguna mención en profundidad a lo que el mundo necesita hacer con sus más de mil millones de automóviles, camiones y autobuses y con el transporte público, porque el transporte es una de las principales causas de la emisión gases tóxicos.
Es bien conocido por todos nosotros que los motores de combustión de los automóviles se utilizan para cometer suicidio por parte de personas desesperadas, quienes se encierran en un garaje con el motor en marcha hasta que sus emisiones tóxicas les quitan la vida. Con más de mil millones de autos en circulación y más de 66 millones de automóviles nuevos producidos cada año este es el momento para darse cuenta de que la atmosfera es nuestro garaje colectivo y declarar que los autos de combustión deberían pertenecer a un museo que explicara cómo la humanidad casi se suicidó en forma masiva, aceptando que ese modelo absurdo de transporte mató a millones de personas cada año, con venenosos gases emitidos por los automóviles, camiones y autobuses y por muchos otros motores de combustión.
Los funcionarios de casi todos los Gobiernos tienen que admitir su falta de responsabilidad al no actuar para la protección de los ciudadanos. Muchos políticos han sido los principales defensores de la industria del automóvil de combustión, y también oponentes silenciosos a mayores inversiones en transporte publico masivo. Ejemplos terribles de esta suicidas políticas gubernamentales de transporte están en práctica en Europa y Japón, y especialmente en los Estados Unidos y Canadá. México, Brasil, Argentina, China, India, Indonesia, Egipto, Nigeria, Turquía, Australia, Sudáfrica, Rusia y muchos otros no son muy diferentes.
Las naciones G20 y otros mencionados no son la excepción. Sigue existiendo en todo el mundo un poderoso marketing para poseer un auto grande y pesado como un símbolo de estatus. El gran tamaño y peso no son solamente innecesarios, deberían ser ilegales. Ya es hora de que el uso de los autos con motor de combustión, como la principal forma de transporte personal y de carga, sea prohibida.
Para que la COP 21 pueda ser considerada una cumbre significativa esta debió haber adoptado una decisión importante para el transporte público. Las naciones desarrolladas deben considerar medidas de emergencia, como la reducción del uso y circulación de vehículos de motor de combustión en un 20% para finales de 2016, en un 40% para finales de 2018, y así hasta que todos esos vehículos estén fuera de circulación dentro de 5 años, a finales de 2020. Los plazos y medidas del COP 21 no tienen un sentido real de urgencia, ni tampoco la obligatoriedad indispensable para garantizar resultados.
Estas metas son alcanzables con políticas de transporte público agresivas y bien pensadas, y con nueva legislación sobre el tipo de motores, el tamaño y el peso de todos los vehículos que deben existir. Hay países de Europa como Alemania, Francia, Italia y España (todos países productores de automóviles) en el que el costo de los viajes en tren es artificialmente alto y donde los trenes nocturnos son casi ilegales para ayudar a los fabricantes de automóviles a venden vehículos, autobuses y camiones que pueden contaminar y matar 24 horas del día a quienes respiramos.
¿Qué líderes políticos están dispuestos a luchar hasta que todos los seres vivos podamos respirar de nuevo aire fresco y no mueran millones de personas debido a la contaminación del aire? Lamento decir que no puedo nombrar a uno solo de lo que dirige actualmente una nación del G-20.
Si queremos aire fresco, debemos aceptar que es tiempo para el cambio! Tiempo para crear un GRUPO DE ACCIÓN (Task Force) con un verdadero sentido de misión que tenga como meta detener todas las muertes causadas por la contaminación del aire.
La mayoría de los que asistieron a la COP 21 contaminaron mucho viajando a París, pero no se enfrentaron a los graves problemas, sólo le hicieron cosquillas a la industria automotriz.
¿Qué piensa Ud.? ¿Cree Ud. que los autos con motor de combustión deben relegarse a los museos?