Síntomas (3): el país del todo vale
Hace poco más de un año los medios informaron sobre la negativa del Gobierno de La Rioja de atender en sus hospitales a pacientes provenientes del País Vasco y Navarra. ¿Se imaginan los comentarios si la comunidad que se hubiese negado a prestar un servicio a una comunidad vecina hubiera sido Cataluña?
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1. Hace poco más de un año, los medios informaron, sin hacer absolutamente ningún aspaviento ni colegir ninguna conclusión, sobre la negativa del Gobierno de la comunidad de La Rioja de atender en sus hospitales a pacientes provenientes del País Vasco y Navarra; el argumento era que se tenía que ir a favor de la población autóctona, que el Gobierno se debía a su ciudadanía, es decir, a la de La Rioja. ¿Se imaginan los comentarios --digámoslo así-- que se habrían oído si la comunidad que se hubiese negado a prestar un servicio a una comunidad vecina hubiera sido Cataluña?
2. Precisamente, un año después de este hecho, una candidata a decana del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid se ha visto en la obligación de emitir un comunicado para desmentir rotundamente cualquier relación con Cataluña que falaces e insidiosos rumores le atribuían (tiene un primer apellido que puede parecer de origen catalán). Las catorce personas que componen la candidatura, como una sola mujer, han manifestado con una vehemencia arrebatada su madrileñismo sin mácula y su radical españolidad sin tacha. En resumen: su pureza de sangre. Entras otras cosas dicen fallidas y enigmáticas frases como la siguiente: «Nuestra voluntad de servicio es sincera, pura y no sirve a otro interés que el bien de la abogacía colegiada y, de ninguna manera, a un supuesto interés de una muy injusta y errónea atribución de catalanidad». Aviso: hay que tener estómago para leerlo íntegramente y constatar, por ejemplo, a quiénes consideran que se debe respetar y quiénes no. Al margen, ¿a qué servicio se deben pensar que se dedica la junta de cualquiera de los colegios de abogacía de Cataluña? ¿Se imaginan los comentarios --hagamos el favor de volver a llamarlos así-- que se oirían si una decana y una junta candidatas a presidir un colegio de Cataluña hicieran una declaración, aunque fuera mucho más tibia, para reivindicar su catalanidad o para descartar la de cualquier otra nacionalidad?
3. Por las mismas fechas, un beato y católico pero poco cristiano y compasivo político del PSOE, el señor Vázquez, comparó los patios de los colegios de Cataluña con campos de concentración nazis donde las criaturas que hablan castellano (y no sé si cualquiera de las muchas otras lenguas que se hablan con la máxima naturalidad posible), ocuparían el lugar de la población judía. Ni su partido ha dicho ni pío, ni de momento él se ha disculpado por decir una mentira tan burda y sucia como poco inocente. No deja de ser normal, cuando lo dijo ya sabía que sus opiniones contravenían el más elemental principio de realidad, sabía que eran una calumnia y un insulto de los más ofensivos contra maestras, maestros, profesorado y docentes en general. Estamos en el país del todo vale.
4. El PP y el PSOE, por turnos, perfectamente coordinados, torpedean y boicotean la ILP (iniciativa legislativa popular) Televisión sin fronteras que posibilitaría que en todos los lugares del Estado se pudiesen ver, y sobre todo oír, las cadenas de televisión autonómicas que hay en diferentes lenguas, para evitar, se supone, que la gente que las quisiera oír se pudiese beneficiar de una riqueza lingüística, o lo que sería peor y más peligroso: pudiera familiarizarse, aprender o hacerse suya alguna de las otras lenguas que, por el momento, existen en el Estado. Ni que decir tiene que la ILP recogió el medio millón de firmas preceptivas (651.650 para ser precisa).
Cabe recordar que estamos en el reino de la libertad. Seguramente Vázquez, aunque no lo piensa de ninguna manera, apelaría a la libertad de expresión si alguien le reprochara sus insensatas palabras. Las derechas, en aras de su sacrosanta libertad (en la cual no se manejan nada bien), reclaman la de expresión, siempre que sea para ellas. En nombre de la libertad no dudan ni vacilan en desventrar lenguas, arrebatar a las mujeres el más elemental derecho al propio cuerpo, hundir la enseñanza, aniquilar la sanidad, intentar matar toros en todo el Estado.