Yolanda Díaz asegura que el Gobierno subirá el SMI este año para hacer frente a la "inflación desbocada"
En una entrevista en 'El Periódico', la vicepresidenta segunda del Gobierno ha explicado que es "un compromiso colectivo".
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha asegurado que el Gobierno subirá el SMI este año para hacer frente a la “inflación desbocada” que es “imposible para la mayoría”.
En un entrevista publicada este domingo en El Periódico, Díaz ha recordado que ya ha convocado a la comisión de expertos para el próximo día 2 de septiembre para estudiar cuánto ha de subir el SMI.
“Fíjese que el vicepresidente del BCE ha recomendado subir, no el salario mínimo, sino todos los salarios en Europa un 5%. El señor De Guindos, sí. ¿Por qué? Porque hay un riesgo de morosidad muy elevado”, ha justificado.
Sobre las medidas del plan de ahorro de energía, Yolanda Díaz ha asegurado que, si hay alguna comunidad autónoma que no las cumple, “el Gobierno actuará en consecuencia” porque “las leyes se cumplen”, a la vez que ha avisado a las empresas de que “negarse a cumplir el plan de energía es jugar con la vida de la gente”.
“Son tiempos de absoluta incertidumbre”, ha dicho la vicepresidenta, y ha asegurado que “se van a ajustar el cinturón las energéticas, las grandes entidades financieras y corporaciones que cotizan en bolsa y que tienen beneficios extraordinarios”, a la vez que ha defendido los nuevos impuestos a la banca y a las energéticas.
En este sentido, ha dicho que los beneficios de las tres grandes eléctricas crecieron un 47 % antes de impuestos, mientras que los salarios en España son bajos y están soportando la inflación con una “dureza extraordinaria”.
Sobre el nuevo impuesto que gravará las comisiones e intereses de la banca, cree que “no puede ser” que las rentas de entre 1.000 y 1.200 euros paguen comisiones bancarias de 60 euros.
Díaz se ha mostrado optimista sobre la negociación de los próximos Presupuestos y ha dicho que “tienen que ser los proyectos útiles para los pensionistas, los jóvenes, las mujeres y las mayorías sociales”.
Ha puesto el ejemplo de la salud mental, “que es transversal y muy compleja. No solo basta con implementar las plantillas, hay que dar más pasos y redefinir la salud mental”, ya que con la incorporación de los riesgos psicosociales a los catálogos, las empresas y sindicatos requieren “más medios y atención”.