Y después del Open Arms, la emergencia en el Mediterráneo sigue: el grito de socorro de 356 migrantes a bordo del 'Ocean Viking'

Y después del Open Arms, la emergencia en el Mediterráneo sigue: el grito de socorro de 356 migrantes a bordo del 'Ocean Viking'

"Necesitamos un lugar seguro lo antes posible".

Ocean VikingMEDICOS SIN FRONTERAS

Después del desembarco en tierras italianas de los rescatados por el Open Arms, la emergencia humanitaria en el Mediterráneo prosigue. Desde hace 12 días el Ocean Viking navega las aguas del Mediterráneo central con 356 migrantes a bordo que, junto a la tripulación, han lanzado un grito de socorro.

La ONG Médicos Sin Fronteras, que fleta esta embarcación lleva días solicitando un puerto seguro para que desembarquen los más de 100 niños y 200 adultos que transporta el buque. 

“Vivimos unas condiciones inhumanas y vergonzosas. Necesitamos un lugar seguro lo antes posible. El clima a bordo es cada vez más tenso. ‘¿Por qué no nos movemos?, ¿Volveremos a Libia?’, nos dicen”, reconoce Luca Pigozzi, médico de MSF a bordo. “356 personas atrapadas llevan más de 10 días atrapadas en el mar. Pedimos un lugar seguro lo antes posible para que estas personas puedan tocar el suelo y puedan encontrar seguridad y humanidad”.

Los días pasan y parecen siempre el mismo

En una nota, la ONG explica que “la mayoría de los supervivientes nos cuentan que han sufrido detenciones arbitrarias, extorsión y violencia en Libia y muestran signos de tortura. También hay víctimas del conflicto armado en Libia, heridos de guerra que atendemos en la clínica”.

El representante de Médicos Sin Fronteras explica que “en medio del Mediterráneo, los días pasan y parecen siempre el mismo, la gente está perdiendo la noción del tiempo, les cuesta incluso identificar la hora de la comida o del rezo”.

Pigozzi hace hincapié en los problemas de comunicación con los más de 350 ciudadanos de diferentes países: “Les es muy difícil entender lo que está sucediendo aunque tratamos de explicárselo con la ayuda de nuestro mediador intercultural. No es fácil poder encontrar un lugar en puente donde todos puedan dormir”.