¿Y Cayetana qué opina?
Feijóo se acerca al PNV para pactar tras las generales.
Alberto Núñez Feijóo no se cierra puertas. A la espera de un contacto serio con Vox, ha dado la orden de explorar vínculos con otras formaciones políticas, incluido el PNV. Así lo reconocen fuentes de la dirección nacional del partido que dan el nombre de Elías Bendodo, el coordinador general, como uno de los negociadores. El objetivo es tener el mayor número de posibilidades parlamentarias una vez se cierren las urnas en caso de que no obtengan mayoría absoluta, como así auguran hoy todas las encuestas.
El PP ganará con claridad al PSOE, según los sondeos, pero sin alcanzar la mayoría absoluta. “Mayoría suficiente”, como no se cansan de repetir en Génova para dejar entrever que no quieren a Vox en su Ejecutivo. Esto es, Feijóo descarta a priori ver a Santiago Abascal sentado en el Consejo de Ministros. Pero aún más, el líder del PP considera que hay otras opciones además de Vox como nacionalistas “moderados” y regionalistas.
Y es en esta ecuación donde entra el PNV, aliado de Mariano Rajoy hasta la moción de censura. Una “traición” para el PP de entonces, que tensó por completo las relaciones entre los dos partidos.
Feijóo quiere recuperar esa confianza que Rajoy tenía con los nacionalistas vascos. Y en ese contexto se entienden los mensajes conciliadores cada vez que visita el País Vasco o atiende a algún medio de comunicación de esta comunidad. “Parece estar más cómodo con el PNV que con Vox”, reconocen en el Grupo Parlamentario.
Lo que lleva a otra cuestión. ¿Dónde están aquellos dentro del propio PP que defendían a Vox por delante de los nacionalistas? Por ejemplo, la hoy silente Cayetana Álvarez de Toledo, diputada por Barcelona que fue portavoz parlamentaria hasta que Pablo Casado decidió sustituirla por Cuca Gamarra, más moderada. Pero también Isabel Díaz Ayuso, que siempre ha reivindicado el acercamiento con los de Abascal.
En una entrevista en El Correo, Álvarez de Toledo aseguró que no se fía del PNV y que “no” es verdad que sea “un partido serio y de Estado”. “Cuando desde Madrid se hiperlegitima al nacionalismo vasco, se abandona a los constitucionalistas vascos”, dijo. “Se creyó que con contemporización o posiciones más tibias con el nacionalismo se podía obtener mejor resultado. Esa operación ya ha fracasado”, dijo también sobre el PP vasco y el PNV, provocando una crisis en el congreso de su propio partido a nivel autonómico.
Ahora, la ex portavoz del PP prefiere mantenerse en un segundo plano. Lo más que ha dicho, en una de sus pocas entrevistas en El Español tras relevar a Casado, es que con Feijóo tiene algunas diferencias: “Su constitucionalismo catalanista me parece una gallegada”. Nada que ver con “la intensidad de antes”, según algunos de sus colegas de grupo. Si bien, muchos creen que pese a este “silencio” no repetirá como número uno por Barcelona.
Con el ala más dura del partido muda, Feijóo sigue explorando la posibilidad de tener un aliado en el PNV. “¿Qué va a ocurrir con el PNV? Hablaremos con él. Hemos quedado en hablar a partir de septiembre. Hablaré con el PNV, con su máximo dirigente”, según sus propias palabras, y ensalzó en Europa Press su buena relación con Íñigo Urkullu.