Vox lía a la Junta: ¿"esperando" a los menores migrantes o "Andalucía no puede acoger más"?
Las críticas de la ultraderecha a la mano tendida del Gobierno andaluz provoca bandazos en los socios, PP y Cs.
La crisis humanitaria en Ceuta con la llegada de miles de migrantes tras la apertura de las fronteras por parte de Marruecos ha generado un episodio confuso en Andalucía. El Gobierno, en manos de la coalición PP y Cs, empezó abriendo la puerta a los menores no acompañados que habían entrado en masa en la ciudad autónoma pero, cuando lo criticó Vox -que no forma parte del Ejecutivo pero sin cuyo voto las cuentas no salen- se dio un paso atrás. Al final, ha tenido que entrar en el debate el presidente, confirmar que cumplirá con el reparto que se fije y marcar su “autonomía” respecto a los ultras.
Todo comenzó con la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz (de Ciudadanos), diciendo el miércoles en el Parlamento andaluz: “Nosotros vamos a estar aquí esperándolos, porque son menores vulnerables que están llegando a nuestras costas”. “Estamos trabajando ya para atenderlos y es una cuestión de derechos humanos”, añadió.
De seguido, el partido de Santiago Abascal salió a tope: dijo que dejaría de apoyar al Gobierno andaluz si en la comunidad se recibe a esos menores migrantes. Más: reclamó el cese de la consejera naranja -diana habitual de sus críticas- por hacer un “llamamiento en toda regla” a la llegada de esos menores. El portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, fue claro: “En Andalucía no los queremos”, señaló. Los niños, a su juici, deben ser “retornados y expulsados” a su país de origen.
Un día más tarde, ayer, la consejera Ruiz cambió sus declaraciones con un giro formidable. En Madrid, antes del Consejo Interterritorial para abordar la crisis y el reparto de menores, afirmó que “Andalucía no puede acoger a más niños”. “Es que nosotros ya tenemos 3.000 niños (1.700 de ellos menores extranjeros no acompañados). Yo me imagino que para que haya equidad lo que tendrá que haber es un reparto con el resto de las comunidades autónomas que no tienen el problema de la migración infantil como tenemos en Andalucía”, dijo, según Europa Press. ¿Funcionaban las presiones de Vox?
Ante semejante “donde dije digo, digo Diego, ha tenido que salir a la palestra el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien ha acabado defendiendo que su gabinete tiene “autonomía” frente a Vox y “soberanía para tomar las decisiones que le competen”. También ha enfatizado que “cumplirá la normativa” y dará “protección” a los menores extranjeros no acompañados.
“Nuestra obligación, dentro de las posibilidades que tenemos, con nuestros recursos materiales y humanos, es atenderlo”, señaló. Moreno habló de 1.700 menores inmigrantes acogidos y remarcó que la Junta hace “un esfuerzo brutal” y de que la red autonómica está “al límite”.
Ahora está por ver si Vox también carga contra Moreno y pone en peligro la estabilidad de un Gobierno en el que no participa como aliado, pero cuyo apoyo parlamentario es vital para sacar adelante las votaciones.