Temor en Mariúpol ante que el bombardeo de Azovstal haya provocado un grave vertido tóxico
Las autoridades locales alertan de que las explosiones en la planta siderúrgica podrían haber originado una filtración de sulfuro de hidrógeno al mar de Azov y que incluso puede llegar al mar Negro y al Mediterráneo.
El continúo bombardeo ruso sobre las instalaciones siderúrgicas de Azovstal, en Mariúpol, en el sur de Ucrania, podría haber originado una filtración de sulfuro de hidrógeno al mar de Azov, una sustancia muy contaminante.
Según asegura el ayuntamiento de Mariúpol en su canal de Telegram, la filtración podría incluso amenazar con la extinción de la fauna y la flora de las aguas del Azov, informó la agencia Interfax-Ukraine.
“El bombardeo de Azovstal podría haber dañado una estructura técnica que contiene decenas de miles de toneladas de una solución concentrada de sulfuro de hidrógeno”, subrayó en su mensaje el ayuntamiento. “Una fuga de este líquido matará por completo a la flora y fauna del mar de Azov. Además, estas sustancias peligrosas pueden llegar a los mares Negro y Mediterráneo”, advirtió el consejo municipal.
Por su parte, el alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, anunció la necesidad de la entrada inmediata de expertos internacionales y de la ONU en las instalaciones de la acería para estudiar la situación y prevenir un desastre medioambiental de características globales.
Un enclave marítimo bajo constantes bombardeos
La ciudad portuaria de Mariúpol ha sufrido los bombardeos más intensos desde que comenzó la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, y ha quedado prácticamente destruida, mientras los pocos ciudadanos que quedan en ella se enfrentan a una grave crisis humanitaria ante la escasez de agua potable y de alimentos.
Las instalaciones de la acería de Azov, cercanas a la ciudad, fueron el último reducto ucraniano conquistado por los rusos, que lograron controlar la zona hace apenas dos días y detener a los militares que aún permanecían resistiendo en ellas.
Las informaciones que aporta periódicamente el ayuntamiento de Mariúpol, cuya autoridad ya ha sido sustituida por una nueva administración impuesta por los rusos, no pueden ser contrastadas por fuentes independientes. El Gobierno de Kiev denunció este fin de semana que la acería había sido bombardeada por las fuerzas militares rusas con fósforo blanco, un arma prohibida por la Convención de Ginebra.