"Vamos a pelear más duro": Stella, la mujer de Julian Assange, no se rinde tras la decisión de extradición
Relata que el fundador de Wikileaks tenía "mucha ansiedad por la noche y no podía dormir".
Stella Assange, la mujer del fundador de WikiLeaks Julian Assange, ha relatado a Efe cómo fue su última conversación con su marido antes de que se conociese la decisión del Gobierno británico de autorizar su extradición a Estados Unidos para afrontar cargos de espionaje.
“Hablé con él anoche. Tenía mucha ansiedad, y no podía dormir. Se estaba preparando para que (la ministra británica del Interior) Priti Patel firmase la orden de extradición a EEUU”, dijo la mujer en Londres tras comparecer ante medios de todo el mundo.
Stella Assange (conocida como Stella Moris antes de contraer matrimonio con el activista en marzo pasado) también habló con su marido, recluso desde 2019 en la prisión londinense de Belmarsh, después de que esta mañana se divulgara la noticia negativa para ambos.
Llamó la atención sobre el hecho de que Julian Assange acababa de conocer la decisión sobre su propio futuro, pese a que “todo el mundo lo sabía ya desde dos horas antes, cuando saltó como noticia urgente” en los medios de comunicación.
“Se acababa de enterar, pero ¿qué haces? Pues seguir luchando y prepararte para apelar, para pelear más duro hasta conseguir su libertad”, señaló a Efe.
También insistió en que las acusaciones contra su marido “claramente tienen motivaciones políticas”, aunque mostró su esperanza en que el Gobierno estadounidense de Joe Biden retome la decisión del también presidente demócrata Barack Obama, quien en 2017 decidió no imputar a Assange por el precedente que sentaría para la libertad de prensa.
“Este caso tiene severas implicaciones para la prensa en todo el mundo”, reiteró la mujer, visiblemente afectada durante su comparecencia.
A juicio de Stella Assange, la persecución de EEUU contra el fundador de la plataforma WikiLeaks “crea un nuevo estándar para que los gobiernos puedan perseguir a periodistas o disidentes”, pese a que estos no tengan siquiera la nacionalidad estadounidense.