Vacunas, antivirales y anticuerpos monoclonales: las herramientas para terminar con la covid
La llegada de nuevos tratamientos abre puertas al optimismo.
La cura del coronavirus nos abrirá las puertas de la normalidad. Los antivirales y los anticuerpos monoclonales, junto con las vacunas de nueva generación –incluyendo las universales y en aerosol– marcarán el futuro de la lucha contra la covid-19. Equipos de investigación de todo el mundo están trabajando para desarrollar nuevas soluciones, pero mientras llegan estas nuevas soluciones, ya se ve una luz al final del túnel. También la ve AIFA (Agencia Italiana del Medicamento), cuyo director general, Nicola Magrini, explica que “ahora las herramientas a nuestra disposición son más amplias y nos permitirán tratar mejor el virus. Con un nuevo antiviral y una nueva vacuna estamos cerca del punto de inflexión”.
Ahora, los que se contagian y están inmunizados, rara vez sufren una infección grave de la enfermedad y se recuperan. E incluso aquellos que no han respondido a las vacunas, porque están inmunodeprimidos o inmunosuprimidos, tienen más posibilidades de éxito gracias al tratamiento temprano, que incluye tratamientos combinando anticuerpos monoclonales. “Dado que los anticuerpos se unen a diferentes partes de la proteína, su uso combinado puede ser más efectivo que usar uno solo”, explica la agencia de medicamentos italiana.
Las nuevas perspectivas que ofrecen la investigación y la ciencia se ven apoyadas por una situación epidemiológica que mejora. Todas las señales apuntan a primavera y verano con esperanza, pero hay quienes ven más allá: investigadores de todo el mundo trabajan para desarrollar una vacuna universal que proteja contra todas las variantes y también contra futuros coronavirus. También se están estudiando vacunas en aerosol para bloquear la infección y la transmisión.
“Omicron no será la última variante”, dice Steven Zeichner, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Virginia. “Ahora está claro que el virus seguirá evolucionando y que, en el futuro, será necesaria una vacuna universal contra todos los coronavirus”. Pamela Björkman, bióloga estructural del Instituto Tecnológico de California que está estudiando una vacuna universal para algunos virus tipo SARS, señala que “la gran ventaja de tener vacunas de este tipo es que nos permitirían manejar posibles nuevas variantes del coronavirus, pero también los próximos posibles virus spillover (virus que se propagan por saltar de una especie a otra, como de animal a humano, por ejemplo).
Pero el camino es largo y está lleno de obstáculos. Lo dice Anthony Fauci, inmunólogo y principal asesor de la Casa Blanca para la covid: “Se tardarán años en desarrollar estas vacunas, se necesitan enfoques innovadores para conseguir una protección amplia y duradera contra los coronavirus conocidos y aún desconocidos”. El ejército de EE UU ha anunciado resultados prometedores de su candidata a vacuna universal llamada Spik Ferritin Nanoparticle (SpFN), desarrollada por investigadores del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed.
Las vacunas en aerosol
Otro capítulo interesante lo representan las vacunas en aerosol capaces de generar inmunidad en la mucosa nasal, bloqueando la infección de raíz. Un estudio realizado por el equipo de la Universidad de Yale coordinado por la inmunóloga Akiko Iwasaki, con Ji Eun Oh, Eric Song y Miyu Moriyama, indica que la vacunación directa en mucosas brinda protección contra múltiples virus que atacan las vías respiratorias. La investigación (publicada en Science Immunology), realizada en colaboración con el Hospital Mount Sinai de Nueva York, probó la vacuna en aerosol nasal contra los virus de la gripe en ratones y, tras los buenos resultados obtenidos, se decidió continuar con las pruebas de la vacuna en aerosol covid, de nuevo en ratones. Ahora continúa en otros modelos animales y, si las vacunas nasales también resultan seguras y efectivas en humanos, los investigadores predicen que podrían usarse junto con las vacunas covid actuales.
“La mejor defensa inmunológica es en las rutas de entrada del virus”, comenta Iwasaki. Las membranas mucosas, de hecho, tienen su propio sistema de defensa especializado en combatir virus y bacterias con los que pueden entrar en contacto a través del aire o los alimentos. Cuando surge una amenaza, las membranas mucosas protectoras producen células inmunitarias llamadas linfocitos B, que a su vez generan anticuerpos llamados inmunoglobulina A (IgA). Estos últimos se convierten así en la primera línea de defensa activa en las mucosas de la nariz, el estómago y los pulmones. Los resultados indican que tanto las vacunas sistémicas como las que actúan sobre las mucosas aumentan los anticuerpos en la sangre, pero solo la administración que actúa sobre las mucosas nasales estimula la producción de anticuerpos IgA en los pulmones, donde los virus respiratorios acechan para propagar la infección.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Italia y ha sido traducido del italiano por Elena Berrocal.