La vacuna del CSIC podría estar lista a finales de 2022, según su investigador principal
Se administrará por vía intranasal porque crea mejor inmunidad en las fosas nasales, por donde entra la infección.
El virólogo Luis Enjuanes, que encabeza una de las investigaciones de vacunas contra la covid-19 del CSIC, ha augurado que la vacuna de su proyecto será “bastante completa” y que, si todo va bien, podría estar lista en el horizonte de un año, a finales de 2022.
Enjuanes ha relatado que trabajan para lograr una vacuna que se administre por la vía intranasal y no intramuscular, como sí hacen las actuales de Pfizer, Moderna y AstraZeneca por mandato de las autoridades sanitarias.
El virólogo ha aclarado que “todo el mundo sabe”, refiriéndose al ámbito científico, que para un virus respiratorio que entra por la nariz, como es el caso de la covid-19, “lo que hay que proteger son las mucosas respiratorias” y que para ello se debe administrar la vacuna localmente en las fosas nasales y no por la vía intramuscular. “Todos sabemos que la inmunización intramuscular da un poco de inmunidad en las mucosas pero que es una mínima parte”, ha insistido.
Así lo ha afirmado en la segunda y última jornada del I Simposio Internacional de Inmunología y Salud ‘A-WISH’, organizado en Alicante por la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y el Grupo Jean Boulle junto a la Universidad alicantina, donde ha señalado que la vacuna que desarrolla ha dado unos resultados “más completos” en los modelos animales experimentales y ha añadido que precisamente por eso el camino para que esté terminada “va más lento”.
Por lo tanto, y hasta que esta vacuna esté lista, ha lanzado el mensaje de que “cualquiera que tenga la oportunidad de administrarse las vacunas actuales que no lo dude, que se la ponga, porque todas son muy positivas para reforzar la inmunidad”, que es lo que “se necesita más que nunca por variantes como ómicron”.
De esta última variante ha comentado que la eficacia de las vacunas actuales se ha reducido solo “un poquito”, entre el 5 y 15%”, por los cambios del propio virus.
Vacuna por vía intranasal
Los investigadores del CSIC apuestan por la vía intranasal porque esperan que de aquí a un año las autoridades sanitarias europeas y norteamericanas aprueben esta “ruta” de inoculación, que se haría mediante un spray o aerosol por la nariz.
Esto le lleva a estar convencido de que las actuales vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca adquirirían “también una inmunidad esterilizante” si se administraran nasalmente y no inyectadas en el brazo.
“Pero las agencias que regulan la administración del medicamento hacen un trabajo muy cauto y quieren la seguridad para todo el mundo”, de manera que aún “necesitan más pruebas de que con la vacuna administrada (nasalmente) no hay problemas en el cerebro”, debido a su cercanía a las fosas nasales.
Enjuanes ha insistido, en todo caso, en que cree firmemente que “en un futuro se verá la forma de administración intranasal porque es la más adecuada”, tal y como se ha demostrado en la fase de experimentación animal.
Por todo ello, su grupo trabaja en una nueva vacuna en “dos versiones”: tanto la intranasal como la administración intramuscular, para el caso de que no se haya aprobado esa vía cuando los ensayos hayan culminado.
“Lo que nos gustaría es que la versión intranasal se pudiera administrar cuando hayamos hecho suficientes experimentos para demostrar que no haya efectos secundarios notables, porque lo que está claro es que esa ruta de administración es la más eficaz con mucho, por el tipo de inmunidad que induce: de más larga duración”, ha zanjado.