“Va a por todas”: Sánchez, contra el ruido y las encuestas

La interpretación en las filas socialistas, de sus aliados parlamentarios e incluso de sus rivales es clara tras la presentación de los Presupuestos: Pedro Sánchez va a por todas, echando el resto con medidas sociales y subiendo las pensiones cerca del 8,5% para salvar el poder adquisitivo. Decisiones electoralistas, en el marco de una larguísima campaña electoral en la que todos mueven sus fichas, y con el objetivo de darle la vuelta a las encuestas. Hay partido, dicen en Moncloa, que quieren ver un desgaste de Alberto Núñez Feijóo, aunque este siga liderando todos los estudios demoscópicos salvo el CIS.

En Moncloa pretenden que se hable más de las medidas y menos de las fricciones del gabinete. Ese ruido político que ocupa titulares y tertulias de radio y televisión y que empañan las decisiones del Gobierno que según El País reciben una aprobación abrumadora por los ciudadanos. Y de ahí el lamento de muchos cargos socialistas al comprobar que Unidas Podemos volvía a alimentar ese ruido acusando de “desleal” a Pedro Sánchez por aumentar el gasto de defensa. Pablo Echenique habló de “vergüenza” y denunció que les ocultaron esta decisión.

“Este torpedo no va contra Sánchez, va contra Yolanda Díaz”, interpretaron fuentes parlamentarias. La vicepresidenta fue la primera en sacar pecho una vez se pactaron los Presupuestos, que después fueron criticados formalmente por Unidas Podemos a través de su portavoz parlamentario. “Lo que dice Echenique es mentira, otra cosa es que no le informaran a él”, deslizaron desde el ala socialista del Gobierno. Los negociadores, también los de Unidas Podemos, confirmaron que la partida de Defensa se abordó por las partes antes de presentar las cuentas públicas. “Evidentemente”, dijo María Jesús Montero en los pasillos de la Cámara Baja.

Pese a la polémica, en el Ejecutivo insistieron: Sánchez piensa dar la batalla. Y en el principal partido de la oposición son conscientes de ello. Si bien, los populares siguen mostrándose tranquilos, creen que el cambio de ciclo es una realidad y que se constatará en los comicios autonómicos y locales de mayo. “Sánchez está en una huida hacia adelante pero los españoles le tienen calado, su imagen está enormemente deteriorada”, en palabras de un miembro de la dirección. En Génova continúan apostando por el debate sobre la bajada de impuestos y tienen testado que les funciona.

Feijóo despachó rápidamente los Presupuestos, calificándolos de irreales y electoralistas. El PP define así las cuentas públicas, que ahora tienen que superar el trámite parlamentario: “Adolecen de cualquier tipo de rigor y una vez más yerran en las previsiones”. Se acogen a los informes de la AIReF y del Banco de España, que estiman que el PIB crecerá en 2023 mucho menos de lo que dice el Ejecutivo. La AIReF, por ejemplo, apunta a un 1,5%, seis décimas menos de lo previsto por Hacienda.

“Incrementan el gasto una vez más, sobre la base de unos ingresos que no se sostienen y pueden causar un gran daño a la economía. Son unos Presupuestos pensados para que Sánchez disfrute unos meses más en Moncloa y que los españoles lo paguen por años”, remataron las fuentes consultadas en el PP.

Sánchez y Feijóo volverán a encontrarse en el Senado, en un nuevo cara a cara económico. Moncloa se adelantó a la petición del PP porque, aseguran, el presidente está cómodo debatiendo con el líder de la oposición. Pero más allá de ese choque parlamentario su interlocución es nula. No hablan para nada, según sus equipos. El único amago de distensión lo protagonizaron la vicepresidenta Teresa Ribera y el responsable económico popular, Juan Bravo, hace unas semanas. Hubo buenas palabras pero ningún acuerdo concreto.

Con los puentes del PSOE y el PP prácticamente rotos, el Ejecutivo mira a sus socios de investidura (nacionalistas e independentistas) pese al malestar que esto provoca en algunos de sus barones como el castellanomanchego Emiliano García-Page. Y, más allá de la liturgia habitual en la negociación presupuestaria, prácticamente todo el mundo da por descontado en el Congreso que Sánchez alcanzará los números para sacar adelante las cuentas. Esto es, Sánchez sufrirá, como siempre en esta legislatura, pero volverá a sacar adelante los Presupuestos.